Con el discurso inaugural del presidente argentino, Alberto Fernández, este martes empezó oficialmente la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se desarrolla en Buenos Aires y reúne a jefes de Estado y de gobierno de decenas de países de la región. La foto conjunta deja en evidencia que, entre esos 33 mandatarios, sólo hay seis mujeres, lo que representa apenas una quinta parte del total.

Las mandatarias que participan son la presidenta de Honduras, Xiomara Castro; la primera ministra de Barbados, Mia Mottley; la gobernadora general de Granada, Cécile La Grenade; la gobernadora general de San Vicente y Granadinas, Susan Dougan; y la presidenta de Trinidad y Tobago, Paula-Mae Weekes. Se suma a la lista la canciller de Perú, Ana Cecilia Gervasi, que participa en representación de la presidenta Dina Boluarte, quien ocupa el cargo en lugar de Pedro Castillo desde el 7 de diciembre y cuya asunción desató las protestas que ya dejaron más de 60 muertes, en su mayoría debido a la represión contra manifestantes.

La escasa participación de mandatarias en la cumbre vuelve a poner arriba de la mesa el reducido número de mujeres que están al frente de países en la región, pero además es un reflejo de lo que pasa en términos de representación política femenina en la mayoría de los estados. De hecho, sólo 14 mujeres han sido jefas de Estado o de gobierno en los últimos 30 años en la región, según el último informe del Task Force Interamericano sobre Liderazgo de las Mujeres, conformado por instituciones regionales e internacionales que trabajan para promover el liderazgo femenino en distintas áreas, como ONU Mujeres, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) o el Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer​ (Cladem).

“Las sociedades, los sistemas políticos y los cuerpos deliberantes han estado históricamente diseñados por y para los hombres”, dijo a la agencia Efe la directora regional adjunta de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, Cecilia Alemany. La representante aseguró que, aunque en la región hay “gobiernos con un compromiso real por la igualdad de género que trabajan en este cambio de paradigma, los factores estructurales y culturales siguen estando ahí, y eso condiciona aún la forma en que gobernamos y nos imaginamos a quienes nos gobiernan”.

Alemany aclaró que “incluso en casos en los que una mujer ha llegado a la presidencia, podemos constatar que las estructuras y la cultura siguen siendo patriarcales y machistas”, lo que a su juicio demuestra que “la agenda de la igualdad requiere políticas públicas, además de romper con las barreras de la representación”.

Lejos de la paridad

Las mujeres son pocas en las jefaturas de gobierno y de Estado, pero también en los gabinetes ministeriales y en otros órganos de decisión política como los parlamentos, lo que marca lo lejos que está la región de alcanzar una democracia paritaria. De acuerdo con el informe del Task Force, que data de 2022, sólo tres países tienen gabinetes paritarios en América Latina y el Caribe: Chile (58,3% de ministras), Costa Rica (45,8%) y México (42%). Por otra parte, las mujeres ocupan 36,4% de los escaños de las cámaras bajas y altas de todo el continente americano. En seis casos, la participación femenina no alcanza el 20% en las cámaras bajas.

Esta situación de desigualdad se mantiene pese a que, hoy en día, nueve países de la región cuentan con leyes de cuotas y otros nueve con leyes de paridad en su legislación nacional. En tanto, 12 han generado normas para erradicar la violencia contra las mujeres en política, incluido Uruguay, que lo contempla en la Ley 19.580.

De todas maneras, Uruguay sigue siendo uno de los países más rezagados del continente en esta materia, como revela la composición del Parlamento, en donde hoy la representación de las mujeres en las dos cámaras alcanza apenas 21%.

En nuestro país rige desde 2009 la Ley de Cuotas, por la que dos de cada tres cargos se destinan a un género y el tercero al otro, pero no ha tenido el impacto esperado porque, en la práctica, en el armado de las listas, ese tercer lugar se destina casi automáticamente a las mujeres. Para hacer frente a este problema es que la senadora del Partido Nacional Gloria Rodríguez presentó en 2021 un proyecto de ley de paridad, que busca establecer un sistema paritario de orden alternado y secuencial de mujeres y varones en cada lista, tanto de titulares como de suplentes. La iniciativa empezó a tratarse a mediados de 2022 y su debate seguramente seguirá en 2023.