“Esto no puede ser un ‘daño colateral’”, expresó Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés), durante una sesión informativa que mantuvo el lunes con el Consejo de Seguridad del organismo internacional para abordar la situación humanitaria en Gaza. Se refería a una información proporcionada por la organización Save the Children que asegura que “casi 3.200 niñas y niños palestinos fueron asesinados en Gaza en sólo tres semanas”. “Esto supera el número de niñas y niños asesinados anualmente en las zonas de conflicto del mundo desde 2019”, sostiene el experto.

Lazzarini dijo que, de hecho, se estima que cerca de 70% de las víctimas civiles palestinas que fueron asesinadas desde que se desató el conflicto en la región, el 7 de octubre, son mujeres, niñas y niños. Esto fue ratificado por el informe diario de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas, que reportó que este lunes el número de niñas y niños asesinados por los bombardeos israelíes ascendía a 3.747 y el de mujeres a 2.026, sobre un total de víctimas que supera las 8.000 entre la población civil de Gaza.

“Las iglesias, mezquitas, hospitales y las instalaciones de la UNRWA, incluidas las que albergan a personas desplazadas, no se han salvado. Demasiadas personas fueron asesinadas y heridas mientras buscaban seguridad en lugares protegidos por el derecho internacional humanitario”, denunció el comisionado, y agregó que “el actual asedio impuesto a Gaza es un castigo colectivo”.

Las declaraciones de Lazzarini llegaron poco después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, descartara cualquier alto el fuego en esa región, ya que eso supondría “rendirse” frente a Hamas, la facción palestina que gobierna la Franja de Gaza.

Las mujeres y las infancias son las poblaciones más afectadas durante los conflictos armados, ya que este tipo de situaciones suelen agravar vulneraciones que ya viven –como situaciones de violencia sexual o embarazos forzados, por ejemplo– e incluso generar otros problemas específicos.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó en el año 2000 la Resolución 1325 sobre mujeres, paz y seguridad, que reconoce que la guerra impacta de manera diferencial en las mujeres, y defiende la necesidad de aumentar su papel en la toma de decisiones respecto de la prevención y la resolución de conflictos. Sin embargo, las cifras y la realidad muestran que, en la mayoría de los países donde se desarrollan conflictos armados, estos compromisos siguen sin cumplirse.

Por otra parte, un informe de Amnistía Internacional publicado el 8 de marzo de 2022 señala que ninguno de los acuerdos de cese del fuego alcanzados en el mundo entre 2018 y 2020 incluyó provisiones de género o la prohibición de la violencia sexual.