El Día Internacional de la Mujer fue especial este año para las feministas hondureñas, ya que la jornada de lucha y movilizaciones terminó con una decisión del gobierno que dio respuesta a un reclamo que sostienen desde hace 13 años. Esa noche, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, firmó un decreto ejecutivo con el que levantó la prohibición del uso de las píldoras anticonceptivas de emergencia (PAE), una medida que se impuso en 2009 bajo el falso argumento de que era “abortiva”.

“Hoy, #8M, conmemoramos la lucha histórica de la mujer firmando con el secretario [de Salud], José Manuel Matheu, el acuerdo ejecutivo para libre uso y comercialización de la PAE”, escribió la mandataria en su cuenta de Twitter. Además, adelantándose a las críticas de los sectores ultraconservadores y religiosos que llevan años intentando limitar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en el país, agregó: “La Organización Mundial de la Salud determinó que es parte de los derechos reproductivos de la mujer y no es abortiva”.

La medida implica que, de ahora en más, la pastilla del día después será gratuita en los centros de salud y se podrá conseguir sin receta en las farmacias, como cualquier otro método anticonceptivo.

Con la firma de este decreto, Honduras se convirtió en el último país de América Latina en permitir la pastilla del día después. Un intento de avance en este tema había tenido lugar a fines de 2022, cuando el gobierno hondureño aprobó una medida que permitía la venta de la PAE sólo para sobrevivientes de violencia sexual. Si bien para algunas organizaciones eso significó un primer paso, para otras, como es el caso del Centro de Derechos de las Mujeres de Honduras, era “revictimizante” porque “obligaba a las niñas o mujeres violadas a ir al hospital a que los sanitarios lo comprueben”, explicó la vocera Argentina Rodríguez a El País de España.

La anulación de la prohibición de la PAE había sido una de las promesas de campaña de Castro. Anunció otras vinculadas a los derechos de las mujeres y la igualdad de género, que todavía están en la carpeta de promesas, como la promoción de la educación sexual, el combate a la violencia de género o la legalización del aborto en determinadas circunstancias. Hoy en día, Honduras es uno de los cinco países de la región donde la interrupción voluntaria del embarazo está totalmente prohibida.