Gisèle, la mujer francesa que quiere que la “la vergüenza cambie de bando” luego de haber sido drogada y sometida a violaciones por decenas de hombres citados por su esposo, Dominique Pelicot, durante una década, declaró por segunda vez este miércoles en el tribunal penal de Vaucluse.
Aplaudida al ingresar a los tribunales, como cada vez, declaró sentirse destrozada: “Soy una mujer totalmente destruida”. Destacó lo “increíblemente violento” que fue escuchar a muchos de los acusados argumentar que creían que ella consentía las violaciones como parte de una fantasía sexual de la pareja, según consignan diversos medios.
La mujer pidió que el juicio fuera público y dio su consentimiento para que se mostraran los videos de las violaciones, decidida a ayudar a otras víctimas de agresión sexual con su caso, para que “todas las víctimas de violación puedan decir: 'Si la señora Pélicot lo hizo, nosotras también podemos hacerlo'”.
“No quiero que se avergüencen más. La vergüenza no es nuestra, es de ellos. [...] Sobre todo, expreso mi voluntad y determinación de cambiar esta sociedad”, manifestó, según informó Le Monde. La víctima confesó no saber cómo se recuperará tras la violencia que sufrió y agradeció tener el apoyo de una psiquiatra.
También se refirió a las disculpas de algunos de los acusados: “Oigo esas disculpas, pero son inaudibles [...] Al disculparse, intentan excusarse”, remarcó la mujer al tribunal.
Gisèle afirmó haber sido “una mujer feliz y satisfecha” durante “50 años de convivencia” con quien ahora no puede ni mirar. “Siempre he intentado tirar de ti, has llegado a los bajos fondos del alma humana, pero desafortunadamente has elegido”, dijo en dirección a su esposo y agresor, Dominique Pélicot. Y le preguntó: “¿Cómo pudiste dejar entrar a estos individuos en nuestra casa cuando conocías mi aversión al intercambio de parejas? Para mí, esta traición es inconmensurable”.
Su exesposo, juzgado junto a otros 50 hombres de entre 36 y 74 años, se admitió culpable de los cargos en una declaración en el juicio el 17 de setiembre. Pelicot afirmó: “Hoy sostengo que soy un violador, como los que están involucrados en esta sala. Todos conocían el estado [de Gisèle] antes de venir [a mi casa]; lo sabían todo, no pueden decir lo contrario”.
Gisèle se refirió a las mujeres que apoyan a sus familiares y esposos acusados en el juicio y les aseguró que ellas también creían “un hombre excepcional, pero el perfil del violador puede estar en la familia, en los amigos”.