La biotecnología y la inteligencia artificial (IA) ocuparán un lugar central en la estrategia del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) para los próximos años. Así lo definió, en diálogo con la diaria el presidente del organismo, Miguel Sierra, tras presentar el Plan Estratégico Institucional 2026-2030, que traza la hoja de ruta del instituto en un contexto marcado por el cambio climático, la transformación tecnológica y la necesidad de producir con menor impacto ambiental.
“La biotecnología y la IA van a ser centrales. Son dos palancas clave, junto con el riego, la gestión sostenible del agua y la reducción del uso de agroquímicos a través de bioinsumos”, afirmó Sierra.
Según explicó, el INIA “va a jugar fuerte” en biotecnología, un área en la que ya cuenta con capacidades consolidadas, tanto en mejoramiento vegetal y animal como en el desarrollo de bioinsumos de origen microbiano.
El instituto trabaja en la aplicación de herramientas biotecnológicas para desarrollar cultivares adaptados a las condiciones productivas y climáticas de Uruguay, así como también en salud animal.
El INIA presentó el miércoles su Plan Estratégico Institucional, que surgió de un proceso “participativo” que involucró a 600 referentes de los ámbitos productivo, académico y de políticas públicas.
La iniciativa que prevé “impulsar una transformación integral que abarque la gestión, las relaciones humanas, las operaciones y la innovación” y establece tres focos estratégicos: la producción sostenible de alimentos y fibras, el desarrollo integral del país y, por último, un impacto con equidad y eficiencia.
En el encuentro estuvieron presentes el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti; el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, y el coordinador del programa Uruguay Innova, Bruno Gili.
Inteligencia artificial
La IA es otro de los temas establecidos en el plan. Si bien el INIA ya cuenta con un grupo con experiencia en esta área, el objetivo es consolidarlo y fortalecerlo, integrándose además a iniciativas nacionales como las plataformas impulsadas desde Uruguay Innova y la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic), indicó Sierra.
“La IA tiene un campo enorme en la investigación científica, en el uso de los datos que se generan por múltiples vías y en cómo se procesan”, explicó Sierra. Pero su aplicación no se limitará a la investigación: también se prevé su incorporación en la gestión institucional y en la vinculación con el entorno productivo.
El líder del INIA indicó que se evalúa el uso de herramientas como chatbots y sistemas inteligentes que puedan ser supervisados por equipos humanos. “Siempre va a haber personas que interpreten, reflexionen y eviten sesgos”, sostuvo.
Producir más con menor impacto
La combinación de biotecnología, IA y ciencia de datos apunta a transformar la forma en que se produce en el campo. Sierra explicó que el INIA avanza hacia sistemas productivos basados en “ambientes”, que cruzan información de suelo, clima e historial productivo para tomar decisiones más precisas.
“Se busca aplicar la dosis correcta de semillas, de agua o de bioinsumos en cada ambiente. Y si hay que usar químicos, que sea de forma racional y mucho más efectiva, no indiscriminada”, indicó. Este enfoque de agricultura y ganadería de precisión permite mejorar rendimientos y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental.
Por otro lado, el INIA apuesta a fortalecer la articulación con actores públicos y privados en la transferencia tecnológica, utilizando herramientas como los fondos de promoción de tecnologías agropecuarias, que representan el 10% de su presupuesto.
“Queremos identificar, según las cadenas de valor, cuáles son los socios que nos permitan llegar a productores familiares, cooperativas y pequeños productores”, señaló Sierra. En ese sentido, destacó la importancia del trabajo conjunto con Desarrollo Rural y con los técnicos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, para que estas innovaciones puedan difundirse de manera más amplia y no sólo que alcance a los grandes empresarios.
Hubs de innovación en bioeconomía y agrotech
El plan estratégico también prevé la creación de hubs de innovación en bioeconomía y agrotech, asociados a las estaciones experimentales del INIA en distintas regiones del país. La iniciativa, que se encuentra en etapa de diseño, busca articular investigación, desarrollo e innovación con actores académicos, públicos y privados.
“Estamos explorando alternativas de financiamiento y dialogando con organismos como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) y el Ministerio de Economía y Finanzas”, explicó Sierra. El objetivo es generar modelos sostenibles en distintas zonas del país que atraigan inversión privada. “Estos hubs pueden ser un motor para dinamizar la inversión en investigación y desarrollo y atraer empresas vinculadas a la bioeconomía, el agrotech y los desarrollos digitales”, afirmó.
El líder del INIA sostuvo que el “énfasis” se encuentra en integrar los actores privados con la academia. “En Uruguay, la inversión pública es bastante razonable, pero la privada en investigación y desarrollo está bastante menguada. Por tanto, estos hubs pueden ser un espacio motivante para las empresas”, finalizó.