¿Puede el Estado transformarse desde adentro a partir de la creatividad? ¿Es posible que la burocracia, históricamente asociada a rigidez, papeleo y lentitud, se convierta en un espacio de innovación? Con esas preguntas como punto de partida, la organización JAB!, una asociación civil sin fines de lucro dedicada a repensar la relación entre el Estado, la tecnología y la ciudadanía, impulsa un ciclo de debates sobre “burocracia creativa”, un concepto que busca cuestionar las formas tradicionales de gestión pública y promover soluciones centradas en las personas.
Este viernes, JAB! realizará en Minas una conversación sobre el tema, con la participación de los intendentes de Canelones, Francisco Legnani, y de Lavalleja, Daniel Ximénez. El encuentro incluirá además la presentación de un programa de innovación pública desarrollado por la Universidad Tecnológica (UTEC), EL Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Escuela Nacional de Administración Pública (ENAP).
El evento busca abrir un debate sobre cómo transformar las burocracias tradicionales y repensar la relación entre ciudadanía y Estado. “Vamos a moderar este panel y plantear algunas reflexiones sobre cómo ven esto a nivel local, qué están haciendo para transformar las burocracias, cómo incorporar la innovación pública, cómo la mirada creativa en el interior se traduce en planes y en la transformación de obras”, explicó, en diálogo con la diaria, Agustín Long, CEO y fundador de JAB!.
Significado de la burocracia creativa
Para Long, la “burocracia creativa” es, en sí misma, un “oxímoron” (combinación de dos palabras de significado opuesto que originan un nuevo sentido) que invita a “incomodarse”: “Es una innovación en la relación entre los ciudadanos y el Estado. Supone un cambio de chip”. El concepto se basa en que la gestión pública deje de diseñar sus procesos desde los requerimientos internos del aparato estatal y pase a construirlos desde las necesidades reales de las personas, anticipándose a ellas y facilitando la vida cotidiana.
“El abordaje es poner a la persona en el centro, con toda su capacidad de desarrollo, y construir soluciones desde allí. Es cuando las burocracias dejan de pensar en lo que ellas necesitan para sus procesos y empiezan a pensar en lo que necesitan los ciudadanos en sus comunidades”, sostuvo.
El concepto también supone un quiebre cultural: dejar de diseñar trámites según los requerimientos internos del Estado y enfocarse en cómo facilitarle la vida a las personas. “Es una innovación en la relación entre los ciudadanos y el Estado. Supone un cambio de chip. Lo que queremos desde esta organización es una nueva concepción del Estado y su relación con la ciudadanía”, resumió.
Desafíos y oportunidades
Long identificó en Uruguay “procesos demasiado regulados” y múltiples superposiciones normativas que complejizan la vida cotidiana. “Es necesario que el Estado pueda pensar en la productividad antes de que el usuario identifique una necesidad”, afirmó.
En el mundo, esto se traduce en gestiones proactivas: envío de documentos a domicilio, avisos automáticos sobre vencimientos o certificaciones, o servicios que resuelven problemas sin que la persona tenga que iniciar el trámite. “La idea es que el Estado realice acciones que le solucionen la vida a la gente. Hay que poner al usuario en el centro”, dijo.
Para avanzar en ese sentido, sostuvo que es imprescindible reducir burocracia, regular mejor y cambiar la mentalidad tanto en el sector público como en el privado, incorporando creatividad, anticipación y uso inteligente de tecnología.
Historia de JAB!
La idea de JAB! comenzó a gestarse durante los casi diez años de trabajo de Long en la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic), donde detectó necesidades ciudadanas en su relación con el sector público.
“Encontramos que sigue habiendo un espacio para aportar creatividad y generar oportunidades”, señaló.
Long dijo que el objetivo de la organización es aportar una “mirada creativa e iniciativa” en proyectos que hagan interactuar a la sociedad con la tecnología con el objetivo de “desarrollar una transformación digital y comunitaria”.
JAB! ha desarrollado líneas de trabajo en distintos sectores de la economía. Una de ellas fue la del agro, con un evento transmitido por streaming que reunió a ministros, startups y académicos, además de una feria de emprendimientos vinculados al ecosistema agrotech.
Festivales, arte y nuevos lenguajes para pensar el Estado
Uno de los ejes más distintivos de JAB! es su apuesta a cruzar burocracia y creatividad, incluso con disciplinas artísticas. La organización trabaja en la adaptación para América Latina del Creative Bureaucracy Festival, un evento originado en Berlín que reúne a referentes globales en innovación pública.
En noviembre, JAB! realizó una versión preliminar: la jornada “Burocracia creativa”, en la que participaron el director ejecutivo de la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (Agesic), Daniel Mordecki, la directora en Antel por el Partido Nacional, Laura Raffo, la directora de Desarrollo Sostenible e Inteligente de la Intendencia de Montevideo, Silvia Nane, el académico chileno Nicolás Robledo y especialistas en inteligencia artificial como Santiago Atella (SOFIS Solutions). También estuvo presente la directora del Ballet Nacional del Sodre, María Riccetto, quien compartió su experiencia al pasar del mundo del arte a la gestión pública. La actividad cerró con una reflexión del prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, sobre los desafíos actuales del Estado.
“Ese evento fue un mojón, un primer paso. La idea es convertirlo en el primer festival de burocracia creativa en América Latina”, adelantó Long.
Acciones futuras
Para 2026, JAB! prepara nuevas iniciativas vinculadas a la incorporación de tecnología en el mundo cultural, proyectos en búsqueda de financiamiento y un enfoque renovado en la formación de funcionarios públicos, una línea que Long considera “clave”.
“El país está avanzando, pero desde la sociedad civil también podemos aportar nuevas capacidades”, señaló. Además, la organización trabaja en ideas para llevar el festival de Creatividad y Burocracia a la región y en proyectos de transformación digital en comunidades y organizaciones de la sociedad civil.
Long subrayó que JAB! es una asociación civil sin fines de lucro, que no opera como consultora, sino como articuladora. “Nuestro objetivo es conectar actores públicos y privados que están trabajando en lo mismo, generar espacios para que las soluciones aparezcan y, cuando es necesario, involucrarnos directamente en los proyectos”, concluyó.