1) ¿De qué sirve lo olímpico cuando se acaban unos Juegos Olímpicos?

2) ¿Sirve lo olímpico, por ejemplo, para recordar que el deporte es una llave para que en lo individual y en lo colectivo podamos asumir que hay instantes que se justifican aunque sea por el propio instante, más allá o no del futuro y del pasado, instantes como los abrazos de unos que vencieron o que perdieron, o como la sonrisa de una pibita que comparte un rato de la observación de cualquier juego con su mamá o con su papá, o como los ojos encandilados de quien sea durante la fugacidad en la que un deportista hace algo que nos deslumbra?

3) ¿Sirve lo olímpico -lo olímpico considerado como la movida de fuerte presencia de público y de enorme calidez de miles de voluntarios en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires- para ayudarnos a corroborar que, igual que ciertos almuerzos, ciertos besos o ciertos atardeceres, hay episodios vitales que, a contramano de los pragmatismos tan sugeridos en esta época, valen por el rato que duran, por la felicidad que portan en su sola condición de brevedades del presente?

4) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos, con o sin esos instantes, para cimentar un escenario de desarrollo deportivo firme, o sea un desarrollo que genere las condiciones para que los instantes inolvidables se encadenen con otros instantes y con otros instantes y con otros instantes hasta generar una situación estructural?

5) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos o el fenómeno se agota allí mismo a causa, por ejemplo, de lo que muy bien caracterizó Miquel de Moragás al pensar el legado olímpico de Barcelona 1992 pero en el 2017: “En los últimos años las críticas a los Juegos Olímpicos, así como las dudas sobre su sostenibilidad e interés social, se han incrementado notablemente. Ante el proceso acelerado de globalización, los Juegos se verán, cada vez más, como ejemplos de la comercialización de las ciudades y de la especulación urbanística, como un festival de las marcas más que como un festival de la juventud y el deporte”?

6) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos si late la perspectiva de eso que tan hondamente planteó el mítico periodista Dante Panzeri en el camino al Mundial argentino de fútbol de 1978 (además de todos los lazos de ese Mundial con la más salvaje de la dictaduras que sufrió una tierra que eslabonó dictaduras) sobre los países y los megaacontecimientos: “¿Hacernos conocer y no hacernos primero?”?

7) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos si se tienen en cuenta las consideraciones efectuadas durante el 2017 por movimientos políticos en Budapest (contraviniendo las aspiraciones del primer ministro Viktor Orban, “nacionalista” y xenófobo), en Roma, en Hamburgo y en otras ciudades que fueron retirando, ante la perspectiva de que no servirían para mucho -y mucho menos para el desarrollo deportivo posterior- sus candidaturas a sedes olímpicas?

8) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos si no hay ninguna referencia en el mundo y en el presente que posibilite la edificación sostenida de lo deportivo sin la intervención activa del Estado, algo que en la Argentina representa, de mínima, una paradoja dado que en las horas finales de los Juegos Olímpicos de la Juventud, escenificados en Buenos Aires, el más alto funcionario nacional del área deportiva se expresó desalentando el papel estatal en la construcción del deporte?

9) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos si, como escribió el periodista Nicolás Otermín, “gran parte de los entrenadores argentinos que viste en los Juegos Olímpicos y que hicieron un enorme laburo de captación de jóvenes deportistas no sabe qué será de ellos desde el 1º de noviembre”?

10) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos si, como escribió Ernesto Rodríguez, cronista experto en olimpismo, “gran parte de los deportistas (argentinos) que nos emocionaron con su desempeño en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 tampoco saben que será de su vida deportiva, son adolescentes a los que se les terminó el apoyo mientras desde la Secretaría de Deporte de la Nación sólo ofrecen recortes”?

11) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos en un país como la Argentina en el que, con una historia estatal de vaivenes en relación con el deporte, la modelación central del lazo con lo deportivo y de la socialización deportiva y no deportiva se ejerció en los clubes y gracias a los clubes y -justo luego de los Juegos Olímpicos- una ley de presupuesto nacional amenaza con desfinanciar a los clubes y un debate desplegado entre claroscuros en la Asociación del Fútbol Argentino amaga con habilitar que esos clubes pasen de ser patrimonio del corazón de muchos y de muchas para transformarse en propiedad -sociedades anónimas- de minorías con poder económico?

12) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos en un tiempo histórico en el que el espectáculo deportivo está en el nudo de la industria del entretenimiento que, a su vez, es manejada por la industria de la comunicación y, en general y no sólo en la Argentina, son pocas las políticas públicas y masivas sobre el deporte que toman, precisamente, a lo que llamamos deporte como un instrumento para el desarrollo colectivo y no para el show?

13) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos si en el deporte, de acuerdo con muchas interpretaciones, opera fuertemente la tentación de emular a grandes actuaciones de grandes deportistas, pero ni deportistas grandes ni actuaciones grandes encuentran suficiente respaldo para seguir relumbrando adelante de la sociedad, provocando esa tentación de emulación?

14) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos si los Juegos Olímpicos o cualquier otra circunstancia no funcionan como una oportunidad para discutir qué cosa es el deporte, qué era y qué dejó de ser el deporte, qué dejó de ser y qué puede volver a ser el deporte, qué será el deporte, qué valores son buscados y qué valores no son buscados a través del deporte?

15) ¿Sirve lo olímpico después de los Juegos Olímpicos para más cuestiones que anotar en los libros de la historia deportiva y social de un país como la Argentina que una vez, durante un octubre, hubo unos Juegos Olímpicos?