Nada está fácil en Rusia 2018. No sólo sucedió en reiteradas ocasiones en la primera fecha de los grupos, sino que ahora se sigue repitiendo en el inicio de las segundas fechas. Fue lo que ocurrió ayer con España: le ganó 1-0 a Irán con gol de Diego Costa, y eso es lo principal. Pero detrás de cámara y teniendo en cuenta lo visto, el trabajo fue muchísimo. Y se puede ir más lejos: donde dice “trabajo” también podría decir “sufrimiento”. En resumidas cuentas, con la victoria España se acomodó en el grupo B. Hizo 4 puntos, quedó arriba con idéntico puntaje que Portugal, y ambos adelantan a Irán por una unidad, de cara a la última y decisiva fecha, que se jugará la semana que viene.

La importancia de los detalles es un tema siempre recurrente. Apretado como está el Mundial, más que nunca. Ayer los iraníes no pudieron despejar una pelota entreverada, y para colmo de males, cuando lo hicieron el brasileño Costa se la llevó puesta y metió el gol que definió el partido. Ante la paridad, un gol de distancia rompe todo.

Irán tuvo su gol, pero fue bien anulado. Luego de un centro, Saeid Ezatolahi remató en el área chica una pelota que había rebotado en él mismo. Pero fue fuera de juego bien pitada por el árbitro asistente uruguayo Gustavo Espinosa. De todas formas, Andrés Cunha esperó lo que le soplaron por la cucaracha, VAR mediante, para ratificar la decisión de no validar lo que era el empate casi al cierre del partido. Buen segundo partido de la terna uruguaya. Hay que decirlo.