Mañana arranca una nueva temporada oficial en el ciclismo uruguayo, y Tacuarembó es la ciudad donde los equipos se presentarán oficialmente. A partir de ahí comenzarán su recorrido por todo el país, que culminará en la Semana de Turismo de 2019 con la disputa de la Vuelta Ciclista del Uruguay.

Podríamos dividir la temporada en tres partes. La primera va desde el Apertura Nacional hasta el fin de semana anterior al de la carrera Doble Melo-Treinta y Tres (la segunda carrera por etapas más antigua del Uruguay), a principios de diciembre. En esa instancia los circuitos son generalmente cortos y dentro de la ciudad, o en algunos casos comparten la ciudad y la ruta; las competencias no superan los 110 km y son ideales para que se luzcan los sprinters. El Apertura (Tacuarembó) y la Vuelta a los Puentes (Florida) son las competencias, por nombre e historia, más codiciadas de esta primera parte de la temporada.

La Doble Melo-Treinta y Tres da inicio a la segunda parte del año ciclista, que cuenta con competencias de dos o tres etapas y con carreras de un día en ruta, ideales para ciclistas fuertes, con resistencia para llegar frescos a las llegadas masivas, sin necesariamente ser contrarrelojeros o sprinters.

Para culminar, en la tercera parte están los platos fuertes: Rutas de América y Vuelta Ciclista del Uruguay, competencias en las que las contrarrelojes están siendo definitorias, pero cualquier descuido puede dejar relegado en la general a un especialista, y en el caso de Rutas de América, un buen sprinter puede colarse en la definición gracias a las bonificaciones. Mucho estrés en estas dos carreras que, aunque estén devaluadas, aseguran una gran visibilidad a nivel general y hacerse de un nombre en el ciclismo al ganador.

Los protagonistas

Hay un equipo que en lo previo sobresale: el Club Ciclista Cerro Largo. No sólo mantuvo el plantel del año pasado, sino que sumó a Nicolás Arachichú. Esta incorporación le da un respiro y le quita presión a Matías Presa para las competencias de inicio de temporada, y le permite llegar más fresco a las pruebas por etapas. Cerro Largo también cuenta con Matías Medici y Agustín Moreira, tres cartas más que fuertes para apuntar alto, y posee además un sólido equipo con Geovani Fernández, Diego González y Cristian Pérez.

Algo más abajo en la consideración previa aparece Ciudad del Plata. A la apuesta para las pruebas por etapas de Néstor Pías este club sumó el regreso a la actividad, luego de dos años, de Jorge Soto; de acercarse a su nivel ideal, será una pieza de temer en las grandes vueltas. Ciudad del Plata cuenta para la primera parte de la temporada con Fernando Méndez, quien siempre da rédito y aporta triunfos que traen tranquilidad; completan el equipo el campeón nacional de contrarreloj Robert Méndez, Juan Caorsi, Wálter González y Hugo Silveira.

San Antonio y Tacuarembó aparecen en un tercer escalón en cuanto a aparente potencial deportivo inicial.

El club floridense incorporó a una fuerte pieza de equipo, Jorge Bravo, quien junto con Carlos Cabrera será importante en las aspiraciones de San Antonio en las grandes citas del año, para las que también cuenta con Richard Mascarañas. El déficit del equipo se notará en la primera parte de la temporada, ya que no cuenta con un sprinter puro para conseguir resultados al inicio. Completan el plantel Nahuel Soares de Lima y Pedro Monroy.

Tacuarembó, que salió a la ruta este año, cuenta con un buen equipo, en el que se destacan Roderick Asconeguy –para las pruebas por etapas– y Héctor Aguilar –para las llegadas al sprint–. Además, Gregory Duarte y José Miraglia serán de gran importancia, acompañando o tomando responsabilidades de líder si es necesario; completan el equipo Renzo Idiarte y Luis Olivera.

En lo previo estos son los equipos más fuertes, pero hay instituciones que cuentan con ciclistas que pueden lograr una buena figuración en la temporada y hacer festejar a sus hinchas: en Fénix están Nicolás Méndez y el brasileño Wanderley Melchior; Alas Rojas de Santa Lucía cuenta con el argentino Lucas Gaday y con Anderson Maldonado; Dolores CC tiene a Nahuel Alarcón; CC Carmelo a Pablo Anchieri, Christian Gutiérrez y Alexander Gutiérrez, y el Centro Uruguay de Vergara cuenta con el joven Eric Fagúndez; estos equipos sin dudas tienen motivos para ilusionarse con ver a sus ciclistas en los variados podios de la temporada. Otra de las atracciones de la competencia, que también es una incógnita, es el regreso de Gregorio Bare a la actividad luego de nueve años sin competir; defenderá a Juventud de las Piedras. Los otros, los imprescindibles, tratarán de hacerse ver, de mostrarse o simplemente de llegar; es que al ciclismo no sólo lo hacen los que ganan, pues cerca de 300 deportistas en la categoría superior darán color a la temporada, “la caravana multicolor”.

Al ciclismo, un deporte que lleva la fiesta casi a la puerta de su casa, deporte uruguayo como pocos, le esperan ocho meses de actividad oficial, que recorrerá aproximadamente 9.000 km a través de todo el país.