Hasta la mitad de la carrera, el Gran Premio de Brasil parecía un juego de estrategias, pero en las vueltas finales se volvió un drama lleno de volantazos y sorpresas.

Max Verstappen (Red Bull), Lewis Hamilton (Mercedes Benz) y Sebastian Vettel (Ferrari) se seguían de cerca, especulando con la parada en boxes. Quedó claro que los dos primeros iban por dos paradas cuando optaron por seguir con el compuesto blando (el reglamento obliga a usar por lo menos dos tipos de gomas distintas en cada carrera), mientras que Vettel siguió un rato más, apostando a solo una parada. Pero pronto se terminó el momento de los cálculos, y los ingenieros cedieron el protagonismo a los pilotos.

La clave fue la vuelta en que el motor de Valtteri Bottas echó humo, forzando su dentención en una curva complicada y la entrada del auto de seguridad. Hubo que resetear las estrategias, y ello afectó especialmente a las Ferrari: Charles Leclerc, que venía remontando por haber partido desde el pelotón, se puso detras de su compañero-rival Vettel, que optó por no poner gomas nuevas. Faltando pocas vueltas, Leclerc pasó a Vettel en la S de Senna -Ayrton fue el gran homenajeado del día, a 25 años de su muerte-, pero el alemán contraatacó en la curva siguente.

Fue entonces que las dos máquinas rojas se tocaron, con tan mala fortuna que ambas quedaron fuera de la competencia. Habrá que ver el replay unas cuantas veces para determinar quién fue el culpable, pero lo cierto es que la carrera se relanzó nuevamente tras la entrada del auto de seguridad.

Aquí el protagonista fue Lewis Hamilton, que optó por poner gomas frescas y jugárselo todo en tres vueltas infernales. Para ser el campeón, lo hizo bastante mal, tocándose en una curva lentísima con Alex Albon, el Red Bull que había quedado segundo, y dañando su ala delantera.

Esto hizo que Pierre Gasly, un piloto que a mediados de años sufrió una degradación, pasando del equipo Red Bull A al Red Bull B (conocido como Toro Rosso), se hiciera con la segunda posición, en unos últimos metros electrizantes, en los que se defendió con todo de Hamilton, que seguramente sea penalizado por el inciente con Albon.

Merecida victoria de Max Verstappen, que hizo la pole position, atacó sin chocar a Hamilton en el primer relanzamiento y evitó ponerse nervioso en las largadas. El neerlandés es ahora un serio contendiente al tercer puesto, especialmente tras el desastre que protagonizaron las Ferrari.