Danubio, en el debut en la Copa Libertadores de América, empató 2-2 con Atlético Mineiro en el estadio Luis Franzini. Ricardo Oliveira, a los 29 y 77 minutos, y Federico Rodríguez, sobre el final del primer tiempo y Sergio Felipe, a los 80, marcaron los goles del empate copero. La revancha será la semana que viene en Belo Horizonte.

A los 9 minutos Federico Cristóforo se mandó la primera gran atajada del partido, y luego repitió, porque de un tiro de esquina en esa misma jugada volvió a volar para sacarla afuera. Arrancaba con dos buenos avances Atlético Mineiro, que fue superior durante todo el inicio del encuentro. Se sabía, sería difícil la parada para Danubio, que se dedicó a defender e intentar llegar al área con Leandro Onetto Y Denis Olivera. A los 29 minutos llegó la apertura del marcador, con una gran definición de Ricardo Oliveira, rastrera, contra el palo, para el 1-0. Fue un vendaval el Mineiro. Al final del primer tiempo llegó el empate -inesperado- , por intermedio de Federico Rodríguez, que culminó una buenísima combinación entre el minuano Denis Olivera y Carlos Grosmüller, que pasó la pelota al medio y encontró a Rodríguez, que definió de zurda para el 1-1. Fue a los 47 minutos (dos minutos pasados los 45 de la primera etapa), la ida al descanso tenía un sabor muy diferente. Todo el primer tiempo había sido muy favorable a los brasileños, pero el gol te cambia la jugada y la tarde: “fútbol, dinámica de lo impensado”, al decir de Dante Panzeri.

Otro nivel

La capacidad de juego, y sobre todo la calidad y experiencia de algunos jugadores del Atlético Mineiro, inclinaron la balanza a favor de los brasileños. El veterano Oliveira, autor de los dos goles, el ecuatoriano Juan Cazares, el colombiano Yimmi Chará, por dar tres ejemplos, dejaron en evidencia que el Mineiro es un equipo muy fuerte.

Danubio, recién armándose y con algunos gurises del club, dio la talla a pesar de que fue dominado. Para valorar, el debut de Denis Olivera, chiquilín de 19 años nacido en Minas, con buena zancada larga, velocidad y encare: fue clave en el gol del empate. Además, Marcelo Méndez en su banco de suplentes estaba lleno de pibes.

De tanto ir y pisar el área, Atlético Mineiro terminó marcando el segundo gol, de cabeza, otra vez con Oliveira, pero de cabeza; no lo dejó ni festejar el danu, porque tres minutos después, a los 80 minutos, Sergio Felipe respondió, también de cabeza, para el empate. El empate con goles de local no es un buen resultado para Danubio, pero por cómo se dio el trámite de la tarde y pensando en la fortaleza del rival, fue muy meritorio.