Mala pata. El cuerpo médico de la selección uruguaya confirmó la noticia luego de los exámenes realizados: Matías Vecino sufrió una rotura fibrilar en el muslo derecho. Ayer de mañana, en una clínica privada de Belo Horizonte, los estudios imagenológicos constataron la lesión del bíceps crural, tras lo cual se anunció la noticia no deseada: el volante quedó fuera de competencia por el resto del torneo. Vecino salió sustituido en el partido con Ecuador cuando iban 35 minutos del segundo tiempo. Fue revisado en la cancha por el doctor Alberto Pan y enseguida se solicitó el cambio. Por Vecino entró Federico Valverde.

Uruguay entrenó ayer en Belo Horizonte. Los titulares hicieron ejercicios regenerativos y el resto del equipo practicó normal. De noche, la delegación cambió de aire y partió hacia Porto Alegre, donde desde hoy practicará pensando en lo que viene: Japón, el jueves.

Lo que viene

Ahora empieza un camino de pruebas para el cuerpo técnico que comanda Óscar Tabárez. El Maestro no tendrá a uno de los titulares que suelen estar. Valverde y Lucas Torreira aparecen como candidatos naturales para ocupar ese sector del campo, aunque dependerá del sistema elegido por el entrenador y también por quien estará enfrente.

El dinamismo está asegurado con cualquiera de los dos. Eso está clarísimo. Recorrido, traslado, e incluso distribución de juego, es algo que tanto uno como el otro han demostrado con buenos rendimientos. Las diferencias –muy pequeñas– parecen estar en que Valverde puede tener más técnica y Torreira más entrega. En cualquier caso, tener que optar por uno o por otro es una hermosa tarea para Tabárez. Y más allá del análisis que se pueda hacer, la palabra es del Maestro.

Nahitan Nández también salió bastante sentido el domingo. Según la sanidad de la celeste, fue sólo el golpe del momento, por lo que está a la orden.

El resto del equipo no tendrá variantes. La buena victoria dio confianza, y no sólo por el resultado, más allá de que son importante los puntos y los goles alcanzados: la confianza superior de Uruguay radica en lo bien que jugó. Salvo por la primera pelota, donde Diego Godín se la dejó corta a Fernando Muslera, la zona defensiva, que se pueden agregar a Vecino y Rodrigo Bentancur, fue sólida y no pasó mayores problemas.

El ataque fue un infierno. No es novedad. Vecino y Bentancur fueron los engranajes perfectos. El partido de Nicolás Lodeiro fue de diez puntos, Nández y los laterales treparon cada vez que pudieron, y los delanteros aprovecharon sus oportunidades y empezaron mejorando desde el primer partido.

De lo que se tiene más información ahora es de Japón. Tras el partido de ayer entre los nipones y los chilenos, el cuerpo técnico tiene argumentos para analizar y preparar. La celeste está en carrera. Que corra el fútbol.