La pelota no pica del todo bien, el verde del césped no esta del todo uniforme. Nacional y Racing por puntos distintos. Uno, el llamado grande, por confirmar un paso certero desde que asumió Álvaro Gutiérrez. El otro, el supuesto chico, a quien le urge la sutura porque está entre los que se caen de la tabla.

El Turco Alejandro Apud entonces, como de costumbre con tres en el fondo que se transforman en cinco según tenga la pelota o no. Nacional, que tempranito y en plena intensidad inicial se pone en ventaja con gol de Matías Viña, juega con cuatro y Rafael García que se mimetiza tanto en defensa como en el medio. Nacional es eso, la confirmación de un canterano lateral goleador, la creatividad de Matías Zunino para caer como un pívot y devolver una pared que fue medio gol. O medio golazo. Así Nacional respira y Racing tose. Hay una virtud en la alternancia de jugadores y también hay una posibilidad de hacerlo. Diego Arismendi es un apoyo constante en el cervecero. Rubén Silva y Apud conversan, indican. Nicolás Sosa obliga siempre que puede. Armando Méndez se destaca en Nacional. Ambos laterales albos son referencia. Martín Barrios trilla por todo el frente. Junto a Matías Mirabaje son los encargados de generar en el equipo de Sayago. Santiago Rodríguez y Thiago Vecino, la efervescencia tricolor a la que intenta surtir Brian Ocampo.

El segundo tiempo es parecido. Racing que no claudica, tiene herramientas. Nacional es intenso. Ambos merodean las áreas sin tanta claridad para finalizar. Los equipos se contestan. Apud busca dando ingreso a Agustín Oliveros; Gutiérrez hace lo propio poniendo a Mathías Cardacio. Felipe Carvalho es expeditivo en defensa, es rústico y elegante. Pablo Lacoste es el que comanda la defensa cervecera. Gutiérrez llama a Pablo García para destrabar la última zona y al minuto hace una jugada con sombrero incluido que termina con el gol de Thiago Vecino. En dos minutos Nacional liquidó el partido, Matías Viña nuevamente más allá del medio de la cancha, y otra vez Vecino de primera para vencer al Perro Javier Irazún. Viña se retiró con aplausos. Con aplausos ingresó Álvaro Palito Pereira, que hizo el cuarto en offside y transportó una sonrisa pintada hasta su sector. Es un faro de simpatía. A la siguiente, con una barrida descargó la ovación. Nacional se subió a lo más alto de la Anual con los pibes de la casa. Racing se hundió en las preocupantes antípodas.