¿Cuánta fortuna hay en los procesos? En permitirlo. En creer. ¿Cuánto logró el equipo de Alejandro Capuccio antes de que todo termine? Quizás la sonrisa de gurises y gurisas. La esperanza de la hinchada vieja. La razón de ser hincha. Entender del todo qué significa esa camiseta roja con la que tanto insistía tu vieja, porque su madre era del barrio, el tío jugó en los 70, el abuelo era directivo, cantinero, bicho colorado.

Mientras Nacional perdía hubo corazones pujando por salirse de la caja. La foto del abuelo. La camiseta aquella ajada, roída por el olvido, el banderín. Un partido conversado. Todas las ansiedades puestas en el árbitro. El árbitro, entre el bagaje y los nervios. Trepadas a los muros, voces de reclamos. Gonzalo Vega con la soltura del momento, la plenitud. En el medio del juego, Carlos Villalba y Ramiro Cristóbal como cada vez, como si tuvieran años en el rubro.

Danubio, pura ansiedad. La tabla al acecho. Como una cornisa. La infamia de los resultados, los manejos torpes, los descuidos. Todo flota. No hagan olas. Pelear el descenso es una cuestión de resiliencia, o una agonía patológica por la fiebre de ganar, que supone la vergüenza de perder. Aunque a veces es el motor que hace que el Corto Nicolás Prieto vaya y vuelva a ir. Que el Loli Rodrigo Piñeiro busque traducir el barrio en una finta. Que no afloje el cuadro, en la voz mediana de un arquero joven.

Cuando Danubio procuraba la posesión, el Colo Santiago Romero vulneró el área grande y le cometieron penal. Gonzalo Vega, con ese aire, convirtió. Entonces empezó a notarse el hombre de más por la expulsión de Leandro Sosa sobre el final del primer tiempo. Nacional empató su trámite y en algunas casas del Cerrito de la Victoria santuarios con la foto de Karibito Morales.

Danubio empató con un golazo de asociación. Primero Rodrigo Piñeiro, en eso de llevar lo del barrio a escena, una gambeta, un caño y un pase hermoso. Dos toques en el área y Santiago Paiva que anota por estar donde debe. Santiago Mederos creció con el envión. Leo Ramos buscó con cambios aferrado a su pelea. Rentistas con la Spica como en sus mejores tiempos. Las escasas personas paradas sobre el cemento. Hubo una voz ronca infalible, todo el partido. Nacional también empató y todo quedó como estaba, los escoltas también dejaron puntos. Habrá final entre Rentistas y Nacional el miércoles próximo.

Alejandro Cappuccio, director técnico de Rentistas, ayer, en el estadio Jardines del Hipódromo.

Alejandro Cappuccio, director técnico de Rentistas, ayer, en el estadio Jardines del Hipódromo.

Foto: Fernando Morán

Detalles

Estadio: María Mincheff de Lazaroff.

Árbitros: Yimmi Alvarez. Asistentes: Santiago Fernández y Sebastián Silvera.

Danubio (1): Emiliano Bermúdez; Julio Domínguez, Mauricio Victorino, Emiliano Ancheta, Leandro Sosa; Nicolás Prieto (78’ Pablo Siles), José Luis Rodríguez, Santiago Mederos, Rodrigo Piñeiro (89’ Nicolás Pantaleone), Luciano Nequecaur (62’ Facundo Silvera); Santiago Paiva (89’ Nicolás Siri).

Entrenador: Leo Ramos.

Rentistas (1): Yonatan Irrazábal; Andrés Rodales, Alexis Rolín, Maxi Falcón, Mathías Abero; Santiago Romero (82’ Maximiliano Lemos), Ramiro Cristóbal, Carlos Villalba (68’ Franco Pérez), Matías Abisab; Renato César (79’ Ederson Rodríguez), Gonzalo Vega.

Entrenador: Alejandro Capuccio.

Goles: 52’ Gonzalo Vega (R), 66’ Santiago Paiva (D).

Expulsado: 33’ Leandro Sosa.