La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) resolvió la postergación del torneo Preolímpico y de la Americup debido a la pandemia del coronavirus. La clasificación para Tokio 2020 (los Juegos Olímpicos están fijados para 2021) se iba a jugar este año, pero finalmente se disputará del 22 de junio al 4 de julio del año que viene, poco tiempo antes del inicio de los Juegos. Aún está pendiente la aprobación por parte del Comité Olímpico Internacional.

“Afecta a todo el básquetbol, no solamente a la selección. Ha tenido una consecuencia en los calendarios, que generan que la ventana de junio, el Preolímpico, se pasa para junio de 2021. También se atrasa la Americup, y por ahora no tenemos noticias de que haya postergaciones en las ventanas de pre Americup, en noviembre y febrero. Esperemos poder cumplir con esos meses de competición, porque eso significaría que está todo mejor. La planificación se está haciendo teniendo en cuenta las novedades que van llegando”, le dijo a Garra Edgardo Kogan, el entrenador de la selección uruguaya.

La Americup que se iba a jugar el año que viene pasó para 2022. Lo que ya comenzó es la pre Americup. Uruguay integra el grupo B junto a Brasil, Paraguay y Panamá. La celeste ya jugó dos partidos con Brasil y perdió en ambas ocasiones. Sobre la planificación de la selección y las posibles variantes en las convocatorias, Kogan dijo que “habría que verlo más sobre la fecha de citación, ver los momentos que están pasando los jugadores, la actividad que tengan, cómo están jugando. Pero sí, el cambio de fechas puede variar las convocatorias, lo evaluaremos en ese momento”.

Entrenamiento, seguro de paro

La crisis económica y laboral no es ajena al deporte nacional. El caso del fútbol es bastante conocido; en el básquetbol el seguro de desempleo es otro de los temas importantes, fundamentales para la estructura de los clubes y sus trabajadores. “Muchos cuadros lo que hicieron fue mandar al seguro de paro a los jugadores y pagar la diferencia. Lo que se está manejando es que los jugadores permitan flexibilizar las cuotas de pago y cobren la misma plata, pero en seis meses en vez de en cuatro. Esa es la idea, está entre algodones porque todavía no sabemos si la Liga termina o no”, cuenta Sarni. El entrenamiento en tiempos de pandemia y aislamiento es un palo en la rueda para cualquier deportista: “En Aguada nos dieron pesas y el profe nos está mandando un montón de rutinas, así que la podemos llevar bien. Tenemos mucho trabajo físico, pero claro que se pierde básquetbol. Hoy hay cosas más importantes, hay que tratar de estar sanos, cuidarnos y mantenernos lo mejor posible para cuando toque volver”, agrega el base aguatero.

Su colega Florencia Somma –capitana del equipo femenino de Malvín y profesora del equipo masculino profesional– cuenta que “a medida que van pasando los días y la espera se hace más larga, vamos introduciendo otras herramientas que la tecnología nos facilita para variar un poco, tener otro contacto y que el trabajo sea más motivante”. Con respecto a las campeonas de la Liga Femenina de Básquetbol –que se preparaban para el inicio de la temporada–, Somma dice que “cada una se adaptó a estos días de estar en casa. Creo que a la larga se puede sacar algo positivo, puede ser una fortaleza para nosotras haber seguido con la planificación”.