Finalmente, Uruguay aprobó el protocolo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para la realización de partidos internacionales por la Copa Libertadores de América y la Copa Sudamericana, no sin antes modificarlo, adaptándolo a nuestra realidad y a nuestras fortalezas.

La aprobación ante la Conmebol la dio la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), pero para que la AUF le haya dado el sí a la organización continental el Poder Ejecutivo, por medio del Ministerio de Salud Pública, debió aprobar y modificar el planteo genérico para todos los países que había elaborado la confederación.

El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, manifestó que son 12 las medidas especiales para competencias en Uruguay o con clubes uruguayos. Ellas incluyen traslados siempre en vuelos chárter de punto a punto, aislamiento total de los deportistas en pisos de hotel especialmente acondicionados para ellos, con cuartos individuales, test PCR negativo de cinco a siete días previos más un nuevo hisopado al llegar al aeropuerto, viajes con mascarilla y distanciamiento físico sostenido. Las delegaciones sólo podrán hacer las salidas deportivas correspondientes o con motivos de alimentación pero cumpliendo con los protocolos de restaurantes.

Salinas manifestó que dado el muy buen estatus sanitario de Uruguay al momento, antes de dar pasos inseguros quería tener todas las garantías y por eso se tomaron el tiempo necesario para que fuera un éxito, apoyado en los decretos y en los incisos. La Conmebol aprobó todas las modificaciones comprendiendo a Uruguay, que es un diferencial en este momento por su seriedad.

A la Copa Libertadores de América, la primera en reanudarse, a partir del 15 de setiembre, le quedan cuatro jornadas completas en los ocho grupos, lo que representa 64 encuentros en diez países del continente.

Peñarol y Nacional jugarán en Santiago de Chile, Buenos Aires, Mérida y Cochabamba, además de dos partidos en Montevideo cada uno. Los aurinegros irán a Chile primero y a la semana siguiente jugarán en Bolivia, mientras que los tricolores estarán en Argentina y una semana después, en Venezuela. Los partidos que jugarán como locatarios en Montevideo corresponden a dos fechas consecutivas, la quinta y la sexta, pero están fijados con semanas de diferencia: la quinta fecha está programada para la semana del 28 de setiembre al 4 de octubre, y la sexta para el 20 y 21 de octubre, en función de la posible ratificación de las dos primeras etapas de la clasificatoria mundialista para Catar 2022.

El protocolo de la Conmebol, y el de mayor exigencia de Uruguay, correrán también para la Copa Sudamericana, que se reiniciará en noviembre. Para ese torneo ya están clasificados Liverpool, Fénix, River Plate y Plaza Colonia.

El comienzo de la Libertadores y, posteriormente, el de la Sudamericana generarán inconvenientes para la continuación del Uruguayo entre semana, lo que irá dilatando su definición para los primeros meses de 2021. Por ahora se sabe que se jugará hasta la decimotercera fecha en secuencia de fines de semana y miércoles y jueves, y que el miércoles 16 de setiembre se jugará el pico entre Rentistas y River Plate. Queda por resolver si se disputa la penúltima el 19 y 20 de setiembre, y si después de las elecciones departamentales y municipales se juega la última del Apertura. El primer torneo del año podría finalizar, entonces, en la primera o en la segunda semana de octubre, por lo que las ocho jornadas de Intermedio podrían abarcar hasta la primera semana de diciembre, lo que estiraría la finalización del Clausura y del Uruguayo hasta febrero o marzo de 2021.