A las 19.15 de hoy volverá la Copa Libertadores de América. Bajo un riesgo grandísimo, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) decidió (y casi que obligó, obviamente por intereses comerciales) que el máximo torneo sudamericano de clubes retorne cuando el panorama de la pandemia de coronavirus está lejos de tranquilizarse. Salvo Uruguay y Paraguay, los demás países sufren contagios y muertes un día sí y otro también. Es increíble pero cierto: todos los gobiernos nacionales aceptaron el show de la pelota. Los protocolos parecen dar seguridad, pero no tanto. ¿Qué pasará? Ojalá, lo menos posible.

Colo-Colo recibirá a Peñarol en Santiago. Para refrescar la memoria, ambos juegan por el grupo C junto a Jorge Wilstermann (Bolivia) y Athlético Paranense (Brasil). Los cuatro equipos, tras dos fechas, están empatados con 3 puntos. La ventaja de los uruguayos y los brasileños radica en que tienen cierto rodaje porque los torneos nacionales empezaron hace un buen rato. El carbonero llegó al martes, habiendo jugado nueve encuentros por el Apertura, mientras que su rival chileno sólo ha disputado cuatro. Claro, la contrapartida de esos nueve partidos aurinegros es que no hace nada cambió de entrenador, y Mario Saralegui lleva al frente sólo tres encuentros.

Con retornadas ganas

El DT de Peñarol guardó a casi todo el equipo presumiblemente titular. La idea que deslizó es su intención de llegar con piernas frescas al choque de hoy para afianzarse en la Copa; de esa manera se deja de lado el campeonato doméstico, una jugada bastante arriesgada.

Kevin Dawson fue titular el sábado y parece que hoy también lo será. Guiándonos por el primer encuentro de Saralegui dirigiendo al equipo carbonero, es probable que el resto de los 11 sean Giovanni González, Fabricio Formiliano, Enzo Martínez –ingresaría desde el vamos si Gary Kagelmacher no supera la contractura que lo tiene a mal traer–, Joaquín Piquerez, Jesús Trindade, Cristian Rodríguez, Facundo Pellistri, David Terans, Facundo Torres y el español Xisco Jiménez.

Los 11 que completan la delegación manya son el arquero Thiago Cardozo y los jugadores de campo Juan Acosta, Robert Herrera, Walter Gargano, el húngaro Krisztián Vadócz, Matías de los Santos, Agustín Álvarez Wallace, Fabián Estoyanoff, el chileno Christian Bravo, Agustín Álvarez Martínez y Luis Acevedo.

Dicen que dicen

La Conmebol ayer se reunió pero comunicó poco. “Todo está listo para que la emoción del torneo de clubes más importante del continente vuelva a inundar Sudamérica”, dice la letra cínica del comunicado. Todo queda supeditado a las burbujas: una para ir, otra para llegar, otra para volver; en todas ellas habrá revisaciones médicas, hisopados y medidas preventivas. El resto: estadios vacíos, gritos de juego, riesgos en hoteles y aeropuertos, billeteras volando y televisores calientes con el eco de los desencantos. Afuera de los estadios, la cara B: miles de vidas que podrán ser muerte sin registro de lo que pasó.