En un interesante partido, Nacional le ganó 2-1 a Torque en el césped sintético del Charrúa, con goles de Felipe Carballo y Gonzalo Bergessio, y le sacó 9 puntos en la tabla anual a su rival de turno, a quien además bajó de la punta del Clausura, que ahora es sólo de Liverpool.
Entre los Euskal Erria, caminando para La Bombonera de Basáñez, me encuentro con un Rómulo de 2008 que va a ver la final de la C entre Oriental de La Paz y Torque, el recién nacido, el del nombre raro, el club de plástico con nombre de fierro. Pregunto si lo ven en la A peleando campeonatos cuando sea abuelo, y se me ríe.
Ajusto el reloj del tiempo y me paro al lado del Chenlo en 2013 en el Méndez Piana, antes de la final por el ascenso a la A. Por esos días ya el ingeniero Defranco había hecho extensión con la definición de Torque. El tipo cree que ha escrito la mejor previa que pudiera hacer para ese día, y mientras tira las cáscaras del conito de El Rey del Maní, lo pincho y le digo: en menos de diez años ese club del que parece que esperás poco estará jugando finales en la A, definirá campeonatos, y –bate chicos y colegio– será más disquero que la hermana de la Coneja. Y ahí está el club del Grupo City, jugando en césped sintético, con iluminación led de 850 luxes y queriendo pelear campeonatos.
Pintaba para partidazo, y realmente tuvo cosas de ida y vuelta, capacidades adquiridas y errores forzados. Llegadas peligrosas, velocidad y goles errados.
Un primer tiempo interesante, con una sorpresiva definición en su cierre: dos goles, como un uno-dos de boxindanga cuando estaba por sonar la campana.
A los 40 minutos, Carballo le pegó desde 30 metros con el borde interno, con mucha más dirección que fuerza. La pelota le hizo un sapito, –flor de sapo– a Cristopher Fiermarin, a quien se le resbaló el pegajoso batracio entre sus manos de cazador, y se fue al fondo del arco.
A los 42, Brian Ocampo corrió como si estuviera en el campito de Las Moras, en Florida, y llegó hasta la frontera del centro de la muerte. Por el medio venía dando pasos de experiencia el cordobés Gonzalo Bergessio. Después, cuento conocido: Ocampo la envió al medio y Bergessio la mandó al fondo de las piolas mientras, seguramente, se llenaba la cabeza de imaginarios mensajes a sus contadores de partidos sin goles.
En el segundo tiempo Nacional desperdició el tercero un par de veces, y a los 23, en uno de los repetidos ataques de Torque, llegó el descuento con terrible bombazo del joven Sebastián Guerrero, que estaba en cancha desde hacía cinco minutos. De ahí para adelante, meta toque y toque, por fuera y por dentro, Torque hizo brillar a Sergio Rochet con algunas salvadas.
Jorge Giordano se pasó a un 4-5-1 para solidificar dos líneas de contención. El club del siglo XXI siguió cargando con hasta cuatro delanteros, pero el triunfo tricolor se mantuvo.
Detalles
Estadio: Estadio Charrúa
Árbitros: Leodán González, Martín Soppi y Sebastián Silvera
Torque (1): Cristopher Fiermarin, Franco Pizzichillo, Diego Arismendi, Yonathan Rak, Andrew Teuten, Santiago Scotto (86’ Matías Santos), Marcelo Allende, José Álvarez (72’ Darío Pereira), Lucas Rodríguez (58’ Sebastián Guerrero), Leandro Otormín (58’ Matías Cóccaro), Gustavo del Prete.
Entrenador: Pablo Marini
Nacional (2): Sergio Rochet, Armando Méndez, Mathías Laborda, Renzo Orihuela, Agustín Oliveros, Gabriel Neves, Emiliano Martínez (79’ Rafael García), Felipe Carballo (66’ Joaquín Trasante), Brian Ocampo (79’ Alfonso Trezza), Gonzalo Bergessio (88’ Emiliano Vilar), Pablo García.
Entrenador: Jorge Giordano
Goles: 40’ Felipe Carballo (N), 42’ Gonzalo Bergessio (N), 68’ Sebastián Guerrero (T).