Cuando Biguá aplastó el sábado a Nacional 88-56 dio una muestra de autoridad, un golpe sobre la mesa para demostrar que también puede ser el equipo que marque el ritmo del juego aunque no cuente con Santiago Vidal, su principal armador y cerebro del colectivo, quien es baja desde el esguince de tobillo sufrido en el segundo encuentro de la serie.

Cuando Nacional entregó temprano el partido el sábado, viéndose totalmente superado por el equipo rival, dio una muestra de inteligencia y de administración de fuerzas. Un equipo diezmado en su rotación, que ya no cuenta con Marcel Souberbielle ni Santiago Moglia por sendas lesiones, no podía pedirles tales esfuerzos en noches consecutivas a jugadores más veteranos, como Carlos Cabezas, Esteban Bastista y Charles Mitchell. Por eso, el entrenador Leonardo Zylbersztein los mandó a descansar y guardó fuerzas para este lunes.

Todo lo sucedido hasta ahora, en los playoffs y en lo que va de las finales, que están 2-2, confluye para una definición incierta en la previa del juego que, en la noche de este lunes, tendrá a los dos mejores equipos del campeonato. No sabemos qué esperar, principalmente porque es una incertidumbre el estado físico de los jugadores disponibles de ambos equipos. Será el quinto partido en una semana, desde que el lunes pasado comenzara esta definición.

La mesa está servida, y los amantes del básquetbol esperamos un partido que se parezca a los primeros tres, con paridad y emoción hasta el final. Lo que sí se sabe es que será el punto final para la edición especial 2021 de la Liga Uruguaya.