A 65 años de su primera edición, la Copa Africana de Naciones largó este domingo en Yaundé, capital política de Camerún, una ciudad con el doble de habitantes que Montevideo en una superficie 20 kilómetros cuadrados menor. Los anfitriones vencieron 2-1 a Burkina Faso en el cotejo inaugural.

El inicio del torneo acaba con un largo camino en el que imperaron los cuestionamientos, la polémica y la incertidumbre en torno a la organización y sus efectos sobre el calendario de las grandes potencias europeas. La Copa emerge a contrapelo del orden mundial futbolero en plena disputa por su estructuración.

Una luca

A diferencia del resto de los certámenes continentales de selecciones, el africano se desarrolla entre enero y febrero. Las altas temperaturas veraniegas y la predominancia de tormentas en ciertas regiones tornan compleja la práctica deportiva a mitad de año. Como consecuencia, los conflictos de interés con las grandes ligas europeas han sido recurrentes: el torneo cae en plena temporada clubista y despoja a los colosos (multi)nacionales de algunas de sus estrellas por más de un mes.

En pos de paliar la tensión, la Confederación Africana de Fútbol fijó la anterior edición de su evento bianual en junio y julio de 2019. La decisión propició mayúsculos inconvenientes. El calor azotó los estadios egipcios; las temperaturas oscilaron entre 30 y 40 grados, la afluencia de público se redujo, FIFPro (la organización mundial de futbolistas) se quejó y Samuel Kalu, delantero nigeriano, se desmayó a causa de una deshidratación.

La experiencia sentó un precedente. La tradición invernal se rehízo y la confrontación con Europa se atildó. “Es una catástrofe para Liverpool. No puedo respetar más a la Copa África, pero que se juegue en mitad de la temporada es un problema”, dijo el entrenador alemán Jürgen Klopp. Su equipo no dispondrá de Mohamed Salah ni Sadio Mané para un tramo elemental de la disputa por el título de la Premier League inglesa. Entre el egipcio y el senegalés acumulan 46% de los goles reds en la corriente campaña.

Entre comunicados, cartas e insinuaciones, saltó Sebastian Haller. Para el delantero marfileño, máximo goleador de la Champions League con el Ajax neerlandés, “que se sugiera que los futbolistas prefieran quedarse con su club es una falta de respeto a África. ¿Se lo habrían preguntado a un jugador europeo? Por supuesto que estaré con Costa de Marfil. Es un honor”.

En un ejercicio de resistencia liderado por Samuel Eto'o, exfutbolista que asumió como presidente de la federación en diciembre, Camerún se afirmó. Eludió las presiones de FIFA para la postergación, planteó un enfrentamiento dialéctico con Europa a partir de la reivindicación del orgullo continental con perspectiva histórica y negó los riesgos sanitarios. Tendrá Copa.

¿Qué pasa en Camerún?

El estadio de la inauguración lleva el nombre de Paul Biya, añoso y vigente jefe de Estado camerunés. A sus casi 89 años, lleva 39 en el cargo y es el líder no monárquico más antiguo del mundo. Hijo de una familia acomodada, estudió en París y asumió en 1982, antes de aplicar un plan presentado por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial caracterizado por la privatización, la reducción del gasto social y el recorte de salarios por más de la mitad. Las acusaciones por actos de corrupción, fraudes electorales y violaciones a los derechos humanos son moneda corriente en un país que roza la guerra civil.

Respaldado por una exorbitante acumulación de poder, la fragmentación opositora y una realidad económica que sitúa a su nación como la más desarrollada de África central en ese rubro (con base en la explotación de una reserva petrolera por la que peleó con Nigeria), Biya aseguró que “la seguridad está garantizada” para la copa africana, ante la amenaza de grupos separatistas armados que afirman que no permitirán que se juegue en Limbé, sede del grupo F, en cuyo estadio afirman haber colocado artefactos explosivos.

A mediados de diciembre, Mola, la mascota del torneo, desfiló sonriente por las calles de Limbé con un chaleco antibalas incorporado y rodeada por una veintena de soldados armados. La repartición colonial posterior a la Primera Guerra Mundial derivó en que la mayoría del país hable en francés, a excepción de dos de las diez regiones; ambas están al suroeste, son anglófonas y albergan el más brutal conflicto interno camerunés, lindante con la guerra civil.

La erradicación del federalismo y el viraje a un sistema centralista en la década del 70 sentaron las bases del generalizado descontento de los anglohablantes. Las alusiones al desplazamiento de sus derechos políticos y culturales resultaron una acumulación para una protesta pacífica de profesores y jueces en 2017. Los reclamos por el establecimiento del inglés en el ámbito educativo y la redacción de resoluciones judiciales en ese idioma acabaron con letal represión de las fuerzas estatales y la reproducción de grupos separatistas que se enfrentan ferozmente al Estado. El saldo ronda los 3.500 muertos y el millón de desplazados, mientras múltiples atentados se suceden y las amenazas emanan. Allí habrá siete partidos.

Que ruede

Por el caos interno y las dificultades para dar cierre a las obras de infraestructura, Camerún le cedió la localía a Egipto en 2019. Con retardo pandémico, la Copa Africana de Naciones comenzó este domingo con 24 combinados diagramados en seis grupos de cuatro selecciones. Octavos, cuartos, semis y final en Yaundé, el 6 de febrero.

Pese al cúmulo de adversidades erigidas, el amplio abanico de futbolistas que competirán en el certamen y son parte y forma del primer nivel global, ha incrementado la expectativa respecto del pasado copero en África. La dimensión mediática del enfrentamiento con Europa amplificó el alcance, la cobertura se disparó y los derechos de televisión fueron adquiridos por cadenas de todo el mundo.

Argelia es favorita. Los zorros del desierto campeonaron hace tres años, siempre liderados por Riyad Mahrez, estrella de Manchester City, valorado en 40 millones de euros, según el portal Transfermarkt. La profunda calidad técnica del equipo es acentuada por el mediocampista Ismaël Bennacer (Milan, 30 millones), el extremo Saïd Benrahma (25 millones, West Ham inglés) y el lateral izquierdo Ramy Bensebaini (22 millones, Borussia Monchengladbach alemán), con el extendido aporte de Islam Slimani, máximo goleador histórico argelino.

El vigente subcampeón es Senegal, otro candidato. Su bandera es Sadio Mané, delantero de Liverpool valuado en 80 millones de euros, símbolo de la era de Klopp en Anfield. El plantel de los leones de Teranga impone: están el central Kalidou Koulibaly (45 millones, Napoli), el arquero Edouard Mendy (32 millones, campeón de Europa con Chelsea), el extremo Ismaïla Sarr (27 millones, Watford) y el lateral izquierdo Abdou Diallo (25 millones, PSG).

La competencia arrancó caminando torcido: Burkina Faso, rival del anfitrión en la inauguración, denunció irregularidades en los testeos de covid-19 que arrojaron nueve resultados positivos en su delegación. Acusan a la Confederación Africana de efectuar una “conspiración” para beneficiar a Camerún. “Esto es un escándalo, tenemos que investigarlo”, apuntó el delantero burkinés Bertrand Traoré, de Aston Villa.

Además, el plantel de Gabón, que debutaría este lunes ante Comoras, se declaró en huelga por “bonificaciones impagas”, todo a días de que su capitán, el veloz delantero Pierre-Emerick Aubameyang (Arsenal inglés), diera positivo de coronavirus tras mostrarse en una fiesta en Dubái.

La Copa Africana de Naciones, originada en 1957 con consagración egipcia en Sudán, se podrá ver en Uruguay íntegramente a través del canal de Youtube CAF TV, canal oficial de la confederación. Además, algunos partidos serán emitidos por ESPN. Los horarios de los partidos varían entre las 10.00 y las 16.00 hora uruguaya.

Los grupos

Grupo A
Camerún
Burkina Faso
Cabo Verde
Etiopía

Grupo B
Guinea
Malaui
Senegal
Zimbabue

Grupo C
Comoras
Gabón
Ghana
Marruecos

Grupo D
Egipto
Guinea-Bisáu
Nigeria
Sudán

Grupo E
Argelia
Costa de Marfil
Guinea Ecuatorial
Sierra Leona

Grupo F
Gambia
Malí
Mauritania
Túnez

Otros datos

  • Egipto lidera el palmarés con siete títulos. Lo escoltan Camerún con cinco, Ghana con cuatro y Nigeria con tres.

  • Los estadios dispondrán de un aforo de 80% de la capacidad en los partidos de Camerún y 60% en el resto.

  • Ante la situación actual de covid-19, se autorizaron planteles de hasta 28 futbolistas. Guinea Ecuatorial ya tiene 16 contagiados.

  • 62% de los convocados juegan en ligas europeas. La Liga 1 francesa "pierde" a 54 jugadores; la Premier League inglesa, a 31.

  • 16 entrenadores son africanos; los restantes ocho, europeos.

  • Por primera vez un futbolista nacido en 2005 será convocado para un torneo de selecciones absolutas: Beyatt Lekoueiry, de 15 años, estará con Mauritania.

  • 25 de los 28 convocados por Comoras nacieron en Francia.

  • Milovan Rajevac, entrenador serbio que dirigió a Ghana y enfrentó a Uruguay en el Mundial 2010, vuelve a las estrellas negras.

  • Habrá una cuaterna arbitral femenina por primera vez en la historia.

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