Montevideo Wanderers perdió en condición de visitante un entretenido partido, que mantuvo la incertidumbre hasta cerca del final, cuando ya se hizo evidente que al equipo de Daniel Carreño no le alcanzaría.

Un partido en que Wanderers mantuvo la tensión competitiva tras entrar tempranito en desventaja. Esa tensión que se construye dentro de la cancha, cuando un equipo no se doblega, pero también se retroalimenta afuera, en el diálogo del fútbol con las tribunas. Wanderers produjo eso en el público de Guayaquil. Una respuesta tras otra, dos goles, pero también la forma de reaccionar a los cuatro goles recibidos, y el hincha local no podía aflojarse, porque el equipo uruguayo siempre respondió.

Tiene pinta de catástrofe cuando en el primer rato, mientras los jugadores se acomodan en la cancha, te caen no uno, sino dos. Apenas pasaban los 10 minutos de juego cuando a Wanderers ya le había sucedido. Sentados en frente a la pantalla, los que somos espectadores auguramos un debut doloroso para el equipo uruguayo. No porque así lo prefiriéramos, sino porque se desprendió del partido, del 0-2, esa idea.

Los bohemios dentro de la cancha entendieron parecido, porque enseguida supieron que era el momento de demostrar atrevimiento, y golpearon con un cambio de ritmo que combinó a tres futbolistas en alta velocidad y con suma precisión. Nicolás Quagliata, Bruno Veglio, y el autor del gol Hernán Rivero.

Primero volvió a aumentar Barcelona, tras los dos tantos del uruguayo Gonzalo Mastriani, anotó Michael Carcelén de cabeza. Y después, cuando arrancaba el segundo tiempo, un penal que Damián Díaz quiso picar e Ignacio Arruabarrena adivinó la gracia. Wanderers se mantenía en juego, pero bajo asedio, sobrepasado. Con ese espíritu conflictuado apareció enseguida un córner, que Díaz utilizó como desquite de su penal parado. En su duelo con el golero, tuvo la última palabra, lo agarró distraído para meterle un gol olímpico de campito -por la picardía; por la calidad fue un gol de gran estadio-.

Carreño mandó cambios y obtuvo respuestas. Diego Riolfo dio el penúltimo pase, y Mauro Méndez puso el gol del descuento definitivo, asistido por Rivero. El 4-2 fue nuevamente una señal de alerta para todos en Ecuador, pero con el correr de los minutos, llegó el afloje. El partido se abrió de a ratos y se cerró en otros, pero el resultado quedó sellado.

Ahora Wanderers, que integra el grupo A, recibirá a Metropolitanos de Venezuela el jueves 14 a las 19.15, en un partido que debe ganar sí o sí para aspirar al único cupo clasificatorio de esta fase. Los venezolanos comenzaron con empate 0-0 de locales frente a Lanús de Argentina.

Detalles

Copa Sudamericana - Fase de grupos
Estadio: Monumental Banco Pichincha
Jueces: Mario Díaz de Vivar, Roberto Cañete, José Cuevas, Juan López -cuarto árbitro- (Paraguay).

Barcelona (4): Javier Burrai, Pedro Velasco, Carlos Rodríguez, Lucas Sosa, Leonel Quiñonez, Bruno Piñatares, Michael Carcelén (64´ Nixon Molina), Adonis Preciado (64´ Byron Castillo), Damián Díaz (71´ Gabriel Cortéz), Jonathan Perlaza (75´ Erick Castillo), Gonzalo Mastriani (75´ Carlos Garcés). Entrenador: Jorge Célico.

Wanderers (2): Ignacio de Arruabarrena, Juan Aguirre, Emiliano García (46´ Guillermo Wagner), Jonathan Lacerda, Juan Acosta, Christian Bravo, Emiliano Tellechea (59´ Diego Riolfo), Bruno Veglio, Kevin Rolón (46´ Matías Fracchia), Hernán Rivero (71´ Diego Hernández), Nicolás Quagliata (59´ Mauro Méndez). Entrenador: Daniel Carreño.

Goles: 9´ y 11´ G. Mastriani (B), 14´ H. Rivero (W), 35´ M.Carcelén (B), 54´ D. Díaz (B), 61´ M. Méndez (W).