El presidente brasileño, Michel Temer, está impulsando un ambicioso plan de privatizaciones que tiene como objetivo declarado abatir el déficit fiscal. Pero fuentes del entorno del mandatario reconocieron que el verdadero objetivo es utilizar estas privatizaciones para “recaudar exorbitantes cantidades de dinero por vía de coimas”. “Temer está convencido de que tarde o temprano va a ir preso. Y quiere que cuando esto ocurra sea por haber robado en serio, y no por unas miserables decenas de millones de dólares”, aseguró un legislador oficialista. Uno de los puntos más polémicos del plan es la habilitación para la explotación minera en una zona de la selva amazónica que actualmente está protegida. Esta posibilidad generó un fuerte rechazo de grandes sectores de la sociedad brasileña.
Pero desde el extranjero también llovieron críticas, y varios especialistas recordaron que la cuenca del Amazonas es “el pulmón del mundo”. Un representante del Partido Verde alemán aseguró: “Si los brasileños o los latinoamericanos en general quieren arruinar su medioambiente, como arruinan prácticamente todo lo que tienen, es asunto de ellos. Pero con esto del Amazonas están perjudicando también al resto del mundo. Si algún día cada país llega a tener la capacidad de purificar el aire que consume, vamos a dejar de inmiscuirnos en lo que hacen o dejan de hacer las naciones del tercer mundo. Pero mientras el aire circule libremente a través de las fronteras, y todos los países, incluyendo los del primer mundo, necesiten los árboles del Amazonas para absorber el CO 2 , entonces Brasil se tiene que comportar de manera responsable”. De todas maneras, por ahora la propuesta de Temer está detenida debido a una medida preventiva interpuesta por el Poder Judicial de Brasil. “Si tenemos un poco de suerte, las coimas que pedirán los jueces para aprobar el proyecto serán muy altas y las mineras desistirán de seguir desforestando el Amazonas”, aseguró un ecologista brasileño.