Tras recomendar la vacunación contra el coronavirus en niños de entre 5 y 11 años, la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) recibió duros cuestionamientos y amenazas violentas por parte de personas que se oponen a la vacunación. Según explicaron desde la SUP, “algunas críticas eran bastante duras pero no cruzaban la línea de lo peligroso. Pero en otros casos eran cosas como ‘asesinos, si siguen promoviendo sus políticas genocidas contra nuestros niños los vamos a perseguir hasta el último confín de la Tierra y los vamos a empujar para que se los devoren los monstruos que están en los abismos del espacio’. La verdad es que aún no sabemos si califica como amenaza de muerte o no, porque si alguien te empuja de algún límite terrestre lo que te pasa es que caés en otra parte de la Tierra que está fuera de ese límite. Pero igual es muy violento”.

Los investigadores de la Policía reconocieron que estas amenazas “no deben ser menospreciadas”, aunque “si uno razona como ellos, no es tan grave. Por ejemplo, cuando amenazan a los pediatras con ‘arrancarles la piel’ no se refieren a lastimarlos, sino a sacarles el supuesto disfraz de seres humanos que usan, porque ellos creen que los promotores de las vacunas son masones reptilianos que quieren dominar al mundo mediante la baja de la natalidad, las mentiras sobre el origen del cambio climático y la campaña propagandística que montaron para hacerle creer a la gente que el hombre pisó la Luna”.