El mal uso de pirotecnia en las noches del 24 y el 31 de diciembre provoca todos los años accidentes que van desde quemaduras leves hasta lesiones serias en la vista y amputaciones. Es por eso que desde el Ministerio de Salud Pública (MSP) se difundió un instructivo de seguridad para su utilización. Algunas de las recomendaciones son no volver a encender los fuegos artificiales, tener un balde de agua a mano cuando se encienden y narcotizar y encerrar en algún cuarto al tío borracho que inevitablemente se ofrece para encender las bombas y cañitas voladoras.

“Todas las recomendaciones son importantes, por supuesto, pero la del tío alcoholizado es la más importante de todas. Según los datos recolectados en la última década, este personaje que nunca falta en las mesas de Nochebuena y Fin de Año es responsable de 95% de los accidentes. Es, por lejos, el mayor factor de riesgo”, indicaron desde el MSP.

Las autoridades desaconsejan enfáticamente intentar anular al tío borracho dándole aún más alcohol, ya que “no se sabe cuánto puede llegar a resistir”. En lugar de eso sugieren disolver un somnífero en su vaso de whisky, vino o cerveza. Además advierten que “no se debe bajo ningún concepto, intentar razonar con él, ya que esto solamente hará que su empecinamiento en encender las cañitas voladoras con el cigarrillo que tiene en la boca se refuerce”. El tío borracho debe ser encerrado en un cuarto bien ventilado “y despertado cuando se acabe la fiesta y ya no sea un peligro”.