El Ministerio de Relaciones Exteriores inició un sumario a los funcionarios encargados de comprar diez engrampadoras eléctricas por las que se pagó 4.000 dólares. El titular de la cartera, Francisco Bustillo, consideró que los funcionarios hicieron un uso “irresponsable” de los dineros públicos, aunque reconoció que ellos no tienen la culpa del alto precio de los artículos. “Las engrampadoras eléctricas están a 400 dólares por una cuestión muy sencilla: no tenemos un tratado de libre comercio [TLC] con la Unión Europea. Si lo tuviéramos, esos artefactos nos saldrían la mitad porque entrarían sin pagar impuestos, a cambio de que nuestra soja y nuestras carnes tampoco tributen al entrar en Europa”. El canciller consideró que este episodio es una nueva prueba de que Uruguay necesita explorar acuerdos comerciales en forma independiente de Argentina, Brasil y Paraguay. “El Mercosur es un corsé que no nos permite importar artículos de oficina baratos, y esto es una razón más para reclamar flexibilidad a nuestros socios. La situación no se aguanta más”.

Con respecto a la sanción que recaerá sobre los funcionarios sumariados, Bustillo indicó que aún no hay una decisión tomada. De todas maneras, adelantó que “seguramente se los sacrificará en algún tipo de altar por haber ofendido al Dios de la Austeridad con sus acciones cargadas de desidia y desapego relacionados hacia el erario público y los contribuyentes que lo alimentan”.