La violencia siempre latente en los territorios palestinos ocupados por Israel parece estar recrudeciendo en estos días, con enfrentamientos en las calles e intercambio de misiles que ya se cobraron varias muertes del lado palestino. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que su gobierno va a responder “con dureza” ante cualquier ataque, aunque dejó entrever la posibilidad de tener algún gesto para descomprimir la situación. “No somos salvajes. Queremos demostrar nuestra buena voluntad. Por eso decidí que todas las demoliciones de viviendas de palestinos se hagan solamente después de que sus habitantes hayan salido, y no antes, como estaba previsto”, dijo.

Netanyahu aseguró que si bien su país “no renuncia a su derecho inalienable de tirar abajo casas de familias palestinas con ellas adentro, que es un derecho que tiene cualquier nación occidental y civilizada, está dispuesto a sacrificarse por la paz”. Aprovechó la oportunidad para “demostrarle al mundo” que la forma en que Israel trata a los palestinos “no tiene nada que ver con el apartheid”. “¿A alguien se le ocurre que en Sudáfrica iban a tirar una casa abajo luego de haber dejado salir a sus habitantes? Es ridículo. Jamás pasó algo así. En Israel, en cambio, les damos 30 segundos para salir corriendo. ¿Realmente a alguien le parece que un país poco civilizado haría algo así? Esta situación es clara como el agua”.