Maru (marinera de agua mineral): “Es una gran oportunidad para el Uruguay y también para el locutor del estadio, que debe estar podrido de hacer anuncios de chorizos Cativelli y de Cymaco. Acá va a poder anunciar a Qatar Airlines y Amstel. Lo que no sé si van a poder sacar es a los tipos que venden café, que dan una imagen realmente muy mala de nuestro país. Fijate que en la era de Nespresso, esos tipos siguen sirviendo ese alquitrán caliente sacado de un tanque de lata. No es del siglo XXI”.

Laurita (cocinera de acuerdos): “Es una locura. La Conmebol lo quiere hacer acá porque supuestamente este es un país pacífico, pero no sabe que para noviembre los tupamaros, Irma Leites y el PIT-CNT van a estar haciendo lo mismo que los manifestantes colombianos. A ellos lo que más les molesta es un gobierno que haga las cosas bien y sea ejemplo para el mundo. Son los mismos que dicen que acá se muere mucha gente por coronavirus. Es un disparate. ¿Alguien vio las pilas de cadáveres quemándose?”.

Cosme (botante de tarros): “A mí me encanta la noticia, porque yo estoy convencido de que va a haber un equipo uruguayo en la final de la Libertadores. La tabla de posiciones hoy por hoy es engañosa. Nacional está casi eliminado, pero Rentistas tiene más chances que Boca o Palmeiras. Es un club que trabaja con criterios empresariales y que apuesta al capitalismo, y por eso no para de crecer. Yo estoy esperando a que salga a Wall Street para comprar acciones. Esa va a ser mi jubilación”.