Desde que se confirmó que Qatar organizaría el Mundial de 2022 varias voces alertaron sobre los posibles roces que podrían surgir entre las costumbres occidentales y las del mundo árabe. Los principales temores se referían fundamentalmente a la forma en que las mujeres y los homosexuales son tratados en los países árabes, pero también aparecieron algunas diferencias en otros temas. “Yo no entiendo por qué aún nadie me regaló un jugador de fútbol. En el tiempo que llevo como jeque recibí varios caballos de carreras de regalo. Y no sólo eso, también regalé unos cuantos. Y eso que las carreras y exposiciones que suelo organizar son bastante modestas en comparación con un mundial”, aseguró un jeque qatarí. Otro jeque explicó que “durante el torneo vi a muchos ejemplares interesantes, como Mbappe, Rashford o Félix. Yo creo que un buen gesto de agradecimiento de parte de los países a los que recibimos con tanta hospitalidad podría haber sido regalarnos alguno de ellos. Realmente no entiendo las costumbres occidentales. Son muy diferentes a nosotros”.
La queja: “¿Qué debemos hacer para que nos regalen un jugador? ¿Sacrificar una cabra o algún trabajador extranjero?”. Jeque qatarí al que no le importa el dinero, pero sí la buena educación.