La “basura tecnológica” es uno de los problemas más grandes que enfrenta el ecosistema terrestre a nivel mundial. En Uruguay el fenómeno era seguido con atención, aunque no era especialmente preocupante. Pero el Ministerio de Ambiente informó ayer que se detectó “un importante aumento en la cantidad de celulares que son destruidos a golpes y luego desechados en baldíos o cauces de agua”. Según explicó un funcionario de la cartera, se trata de una situación inédita y muy peligrosa, sobre todo porque hasta el momento no se han podido desentrañar los motivos del aumento en este tipo de contaminación. “La cantidad de residuos de celulares empezó a crecer hace aproximadamente un par de semanas. Es como si de un día para el otro miles de personas hubieran decidido comenzar a golpear sus celulares hasta dejarlos completamente irrecuperables, para luego agarrar el auto, irse hasta un lugar oscuro y alejado y arrojar allí los restos del aparato. Es algo que nos tiene realmente desconcertados. Se nos ocurrió poner cámaras y filmar a las personas que tiran celulares, pero desde Torre Ejecutiva consideraron que era una idea francamente inconveniente”.
Cambios en los protocolos de comunicación: a partir del año que viene, y en el medio de un programa de reducción de gastos operativos, los jerarcas gubernamentales se comunicarán exclusivamente mediante palomas mensajeras.