La decisión del gobierno uruguayo de solicitar formalmente su adhesión al Acuerdo Transpacífico generó no sólo molestia en sus socios del Mercosur, sino también amenazas de reprimendas. Las cancillerías de Argentina, Brasil y Paraguay informaron que se está estudiando la posibilidad de establecer sanciones para Uruguay. Fuentes diplomáticas de estos países indicaron que la sanción que se maneja con más fuerza consiste en prohibirle a la delegación uruguaya hacer uso de la palabra durante las próximas cuatro cumbres del bloque regional. “Sabemos que el Mercosur no le importa demasiado a Luis Lacalle Pou, excepto por las cumbres que le permiten discutir con Alberto Fernández y explotar así el sentimiento chovinista de los uruguayos. Al prohibirle hablar le estaríamos pegando donde más le duele”.

Otra posible sanción sería mudar la sede del Mercosur a otro país, aunque entre los socios de Uruguay existe la sospecha de que “sacar al Mercosur del edificio en donde funciona y volver a poner allí un casino es algo que seguramente les parece maravilloso a los uruguayos. No sería una sanción”.

Repercusiones de la medida uruguaya: “El gobierno recibe una solicitud para adherir al Acuerdo Transpacífico por parte de un país que pretende mudarse del océano Atlántico al océano Pacífico”. Titular de la prensa neozelandesa.