Tras un comienzo lento y con dificultades, el gobierno de Argentina logró colocar al país entre los que tienen las tasas de vacunación contra el coronavirus más altas en Latinoamérica. Esto se logró gracias a un acuerdo con Rusia para aplicar la vacuna Sputnik. Ahora, como parte de ese acuerdo, todos los argentinos que recibieron al menos una dosis deberán ir a la frontera entre Rusia y Ucrania y ponerse a las órdenes del Ejército ruso. Alberto Fernández reconoció que al momento de firmar el acuerdo “no me había imaginado que nos iban a reclamar la contrapartida tan rápido. De hecho tenía la esperanza de que no lo reclamaran nunca. Pero bueno, a Putin le dio por meterse con Ucrania, necesita tropas y nosotros tenemos que cumplir con lo que nos habíamos comprometido”.

La contrapartida exigida por Rusia para entregar las vacunas es bastante común en este tipo de acuerdos. Por ejemplo, los países que aplicaron las vacunas chinas Sinovac y Sinopharm se comprometieron a enviar a sus ciudadanos a Taiwán en caso de que Pekín decida invadir la isla. En el caso de Uruguay, los vacunados conformarán los primeros batallones que desembarquen en suelo taiwanés.