Joe Biden anunció ayer la sanción más dura a Rusia desde que este país invadió Ucrania, consistente en dejar de comprarle petróleo. En un mensaje televisado, el mandatario reconoció que se trató de una decisión “muy difícil” y que traerá consecuencias para Estados Unidos, aunque consideró que la medida es “justa y necesaria”. “Con la falta del petróleo ruso se va a enlentecer nuestra estrategia para recalentar el planeta hasta un punto de no retorno”. El mandatario aclaró que de todas maneras el país tiene reservas “para seguir contribuyendo al cambio climático a buen ritmo”. Estados Unidos lanzó hace tres décadas un programa para concientizar a los seres humanos del daño que hacen las emisiones de CO2 que consiste en acelerar el calentamiento global para que la población mundial “tome conciencia y reaccione”. De todas maneras, Biden recordó que durante las últimas décadas el precio del petróleo tuvo fluctuaciones, pero en todo ese tiempo Estados Unidos “se mantuvo firme como el primer emisor de gases de efecto invernadero a nivel global”.

La cifra: 2 es la cantidad de días que se retrasará el Armagedón climático por las sanciones a Rusia.