Las selecciones que disputarán el Mundial de Catar, en noviembre de este año, no escatiman recursos a la hora de sacar pequeñas ventajas que puedan significarles la obtención del trofeo más deseado en el planeta fútbol. Las charlas motivacionales que realzan el espíritu de los jugadores son un ejemplo de ello.

Los sobrevivientes de la tragedia de los Andes, expertos en la materia, se preparan para “un año de zafra”. Así lo explican dos de sus integrantes más famosos: “Andamos ilusionados con lo que se viene, ¡tas loco! Ya nos escribieron: Chiqui Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino; Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, y Edú Marangon, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol. Con lo que me pagan nos anotamos en un curso rápido del idioma que sea, y también tiramos magia en Europa”.

El caché estándar asciende a la suma de veinte mil dólares estadounidenses (US$ 20.000). Si el evento es “con emoción”, cuesta diez lucas verdes más. Finalmente, el relato de detalles sale cuarenta mil de la moneda norteamericana.