Tras los resultados de esta semana, tanto Peñarol y Nacional en la Libertadores como River Plate en la Sudamericana quedaron últimos en sus grupos. El albo tiene escasas chances de clasificar y los otros dos ya están eliminados. Esta situación llevó a la Conmebol a concretar una propuesta que venía estudiando desde hace algunos años. “Ya no tiene sentido que los clubes uruguayos compitan en la Libertadores y la Sudamericana como miembros plenos, porque en los hechos no tienen ningún poder de decisión sobre lo que pasa en los partidos. La mayoría de las veces se limitan a perder en silencio. O sea, ya son observadores. Lo único que se pretende aquí es regularizar esta situación”, explicó el presidente del organismo rector del fútbol sudamericano, Alejandro Domínguez.

La condición de observador implica que los jugadores pueden ingresar al campo de juego pero tienen prohibido tocar la pelota. “Al no poder tocar la pelota, los equipos van a recibir un gol, no podrán sacar y perderán uno a cero todos los partidos. Al final van a salir ganando”.

Los bohemios: Wanderers marcha tercero en su grupo de la Sudamericana y tiene chances de clasificar, aunque para eso primero tendría que renunciar a la ciudadanía uruguaya.