Concluida una serie de minuciosos y exhaustivos análisis de laboratorio, se confirmó lo que se sospechaba: referirse al balneario rochense de Cabo Polonio como “Cabito”, provoca diarrea, náuseas y vómitos. Los científicos a cargo de la investigación todavía no saben por dónde ataca la terrible palabra, pero demostraron que causa “males temibles”.

“La noticia conmueve, obvio; nuestros consultorios están desbordados de personas que, revisando sus historias de Instagram, notaron el uso y abuso que hicieron del atroz epíteto; queremos transmitir calma y sobre todo paciencia: ya nos encontramos trabajando para acelerar el proceso de testeo en potenciales pacientes”, explicó el doctor en medicina Cono Paullier, nombrado por las autoridades de la salud para afrontar la crisis.

“No quiero ser el que te dice 'te lo dije...', pero lo dijimos; hace ya más de diez años que advertimos sobre el peligro de esta palabra siniestra, pero la gente no escucha, sólo le importa subir esas historias al Insta; así estamos, ahora estos pesados me hacen laburar en enero...”, confesó el galeno también especialista en cabopolonioshaming.