Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio, pasó un verano entre el merecido descanso y la continuidad de la actividad política. En varias de sus apariciones mediáticas, dando la lucha que le encomendaron sus compañeros y sus compañeras, figuró ataviado con una musculosa y calzado con un par de chancletas, prendas fetiche para los militantes y las militantas, ya legendarias, que el mandamás de la coalición de la izquierda uruguaya resolvió donar para una subasta recaudatoria de fondos que se destinarán a contratar a un experto en comunicación que recorra los comités de base y explique que el muro de Berlín fue derrumbado en 1989.

“Estoy feliz, todo lo que signifique ayudar a la fuerza política, cuenta conmigo, y si eso implica quedarme sin esta musculosa que tanto quiero, y sin mis chancletas favoritas, bueno, que lo implique, valdrá la pena”, reflexionó un emocionado Pereira.

Para Fernando, “primero está el país, después está el Frente Amplio y recién ahí venimos mi musculosa, mis chancletas, y yo”.

A esta hora, las ofertas alcanzaban los 79.014 millones de dólares, trascendiendo fronteras y provocando el colapso de los servidores de las páginas web de los rematadores.