“Nos hubiéramos ahorrado el esfuerzo realizado durante tres años en los que apostamos al abuso policial y el aumento de la población carcelaria como forma de combatir el delito”, se quejó el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, cuando anunció la creación de un gabinete de seguridad. Este órgano, que tiene como cometido analizar cuáles son los factores sociales que contribuyen al aumento en la criminalidad, surge luego de una instancia de diálogo entre todos los partidos políticos en la que se plantearon 15 propuestas para mejorar la seguridad ciudadana. “Eso sí, más allá del diálogo constructivo, acá hay algo que no puedo dejar pasar. La oposición, y la izquierda en general, se comportó con muy mala fe al no avisarnos que había que combatir las causas del delito. ¿Tanto les costaba decirnos que no se trataba solamente de reprimir, porque había situaciones, especialmente en los sectores marginales de la sociedad, que aumentaban las chances de que una persona joven emprendiera el camino del delito? Y ojo que acá no culpo solamente al Frente Amplio. Acá también responsabilizo a los académicos de la Universidad de la República, a las ONG dedicadas a temas de derechos humanos y a las Naciones Unidas”.

El peor de la clase: “Entre todas las personas que actuaron de mala fe, el comisionado parlamentario Juan Miguel Petit es el peor. Estoy seguro de que sabe muchas cosas sobre la relación entre las condiciones de reclusión y el aumento de la violencia, pero se las guarda”. Luis Alberto Heber, ministro siempre dispuesto a escuchar.