Las leyes uruguayas no paran de sorprender a propios y extraños. Entre las iniciativas del oficialismo y las de la oposición se coló un proyecto insólito, que finalmente prosperó.

“Será penado con una mínima de 12 meses de prisión y una máxima de 79.014 años de penitenciaría quien deje el volumen de la tele en número impar”, reza la norma, que viene a atender “una situación indignante, ya insostenible”, según su impulsor, el diputado Eroberto Erodrigüez.

El representante adelantó que va por más: “sumaremos una buena penita pa’ los que dejen los bordes de la pizza, y también para los que digan ‘ay, ese pedazo de carne no me gusta, tiene mucha grasa’... ¡PAREDÓN, HERMANO!”.