El expresidente brasileño declaró ayer ante la Justicia acerca de su participación en los incidentes del 8 de enero cuando cientos de sus seguidores protagonizaron una asonada en el corazón de Brasilia. Dos días después del hecho, y cuando todavía había amenazas de nuevas asonadas, Bolsonaro compartió en sus redes sociales un video con acusaciones de fraude a Lula da Silva. Los abogados del expresidente afirmaron que subió este video estando bajo los efectos de la morfina que había recibido durante una internación. Además, explicaron que Bolsonaro gobernó durante cuatro años bajo los efectos de esta droga, algo que explica varias de sus decisiones “irracionales” y exabruptos. “Tras el atentado que sufrió durante la campaña electoral, nuestro defendido se volvió adicto a la morfina. Todas las decisiones que tomó durante la pandemia, así como las relacionadas con la deforestación de la Amazonia, y en general todas las cosas que dijo e hizo, se explican porque no estaba en pleno uso de sus facultades mentales. El expresidente es una víctima. No hay que condenarlo, hay que ayudarlo en su recuperación”.
Las joyas: según la defensa de Bolsonaro, el expresidente quiso quedarse con las joyas que le regalaron debido a que estaba “desesperado” y necesitaba comprar más morfina.