A pesar de que ya quedó establecido que el desafuero del senador Gustavo Penadés se decidirá en una sesión abierta y con debate, los nacionalistas intentarán que el tratamiento sea lo más veloz posible. Pero desde el Partido Nacional aclararon que esto no se debe a un intento de “hacer que la cosa pase desapercibida”. “El tema es que con cada día que pasa nuestros dirigentes nos van hundiendo cada vez más. Primero salen Luis Lacalle Pou y Luis Alberto Heber a defenderlo. Después salen algunos legisladores a hablar de un pacto de caballeros y a pedir que la sesión sea secreta. Y para terminar, el directorio no se anima a pasarlo al Tribunal de Ética. Cometiendo errores a este ritmo la gente se va a terminar acordando más de nuestras cagadas que de las que se mandó Penadés”, afirmó un dirigente nacionalista. Fuentes cercanas a Penadés revelaron que el senador ya hizo saber a sus correligionarios que piensa hacerse cargo del juicio y sus consecuencias, pero no de la “calamitosa” estrategia de reducción de daños del partido. “Con ese tomuer no piensa cargar”.

La media vuelta: “Yo al principio le creía, pero ahora ya no sé bien qué creer. Para colmo, la persona que me hacía la inteligencia en estos casos cayó presa”. Luis Lacalle Pou, presidente que ya no tiene ojos y oídos en todos lados.