Desde que la ciclovía que atraviesa la avenida 18 de Julio fue inaugurada el pasado diciembre, innumerables debates se han suscitado: uno de ellos giró en torno al diseño que marca sus limitaciones, que desafió el criterio estético de algunos polemistas con sus columnas bajas y una especie de copos que la ciudadanía, cariñosamente, ya ha bautizado como “ricarditos”.

Es así que, habiendo transcurrido ya más de un mes desde su estreno y en el marco del Desfile Inaugural de Carnaval celebrado ayer de noche, la comunicación de la Intendencia de Montevideo aprovechó la oportunidad para anunciar que el diseño responde a un “homenaje a elementos tradicionales de la murga y del carnaval” como lo son la galera y el bastón, celebrando que si bien “la ciclovía no coincidió con el desfile, esta decoración logró darle una continuidad en el espacio al evento, acaparando el tramo restante hasta Tres Cruces”.

Por otra parte, se dice que la inauguración de la ciclovía, junto con el evento de los 300 años de Montevideo y el Desfile Inaugural de Carnaval, genera preocupación en miembros de la coalición que ya ven a 18 de Julio como un “bulevar del zurdaje”.

Precaución: edil nacionalista había advertido que la ciclovía podía causar impactos de murguistas contra el carro del Chaná.