Ayer se llevó a cabo un encuentro en el que se analizaron las implicancias que tuvieron para Uruguay los acontecimientos políticos en Alemania durante la década de los 30 del siglo pasado. Uno de los puntos que se debatieron en la jornada fue si la victoria del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán en las elecciones de marzo de 1933, que lo transformó en la primera fuerza en el Parlamento alemán, fue positivo para el país o si en cambio hubiera sido preferible un triunfo de las fuerzas democráticas. “En estas cosas hay que tratar de ser desapasionado y pensar objetivamente en qué hubiera sido mejor para Uruguay. Yo creo que la victoria de Adolf Hitler, que no obtuvo la mayoría pero sí fue el más votado, fue beneficiosa para nosotros. Hitler tenía una retórica provocadora, es cierto, pero las salidas de tono y desplantes de su personaje no eran motivo para desmerecer las reformas que proponía”, afirmó uno de los historiadores que participaron en el encuentro.

Otro historiador consideró que una victoria de las fuerzas democráticas “quizás podría haber generado cierta simpatía, pero no hay que olvidar que también podría haber evitado la Segunda Guerra Mundial y el alza de las commodities que tanto nos benefició. En ese entonces lo más importante era proteger la prosperidad de los uruguayos”.

La reflexión: “Había que dejar de lado las ideologías y comerciar con todo el mundo, incluida la Alemana nazi”. Historiador centrista para quien ya en 1933 la izquierda y la derecha eran cosa del pasado.