“Honestamente, yo trato de evitarlo a Mario. Porque él, obviamente, está más necesitado que nunca de muestras de lealtad, entonces le pregunta a todo el mundo si lo siguen apoyando. Yo siempre le digo que sí, pero me cuesta cada vez no tentarme”, reconoció una dirigente de Convocatoria Seregnista-Progresistas. Pero no es la única que enfrenta este problema. “Cuando se supo que Plataforma y Magnolia también lo habían abandonado, me llamó para preguntarme si yo seguía considerando que él era un buen candidato a la presidencia y si planeaba acompañarlo hasta el final. No tuve más remedio que apretarme un huevo para no reírme mientras le decía que sí, que siguiera metiéndole para adelante, que no se bajara, porque tanto yo como una enorme cantidad de compañeros nos íbamos a quedar a su lado hasta la noche de las internas. Todavía me duele”, confesó un dirigente histórico del seregnismo.

El análisis: “Cualquiera diría que si se quedaron con él después de verlo cantando disfrazado de carpincho no se iban a ir más, pero bueno, la gente es impredecible”. Politólogo y etólogo.