Si bien ayer el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, aclaró que está prevista una mediación con el astillero Cardama, desde la oposición siguen alertando que la rescisión del contrato expone a Uruguay a “pérdidas económicas enormes”. Blancos y colorados aclararon de todas maneras que no se referían a un eventual juicio iniciado por la empresa gallega. “El riesgo consiste en que este episodio sea agregado a la acusación en el juicio al que se está exponiendo el Estado uruguayo al no ser gobernado por blancos y colorados”, explicó un legislador nacionalista.
En una línea similar, un dirigente colorado no dudó en asegurar que Uruguay está “regalado” ante posibles juicios internacionales. “El solo hecho de que el Frente Amplio esté en el poder ya nos expone a reclamos judiciales en tribunales arbitrales por decenas de miles de millones de dólares. Esperemos que el gobierno comprenda que la única salida para evitar esta catástrofe financiera sería entregarnos el poder. Esperemos que lo hagan, por el bien de nuestros niños”.
La estrategia: “La única forma de calmar a Cardama sería ofrecerles todos los contratos de fabricación de barcos para la Armada uruguaya de acá a 2081”. Luis Alberto Heber, político emérito.