Se inauguró una plaza en el Comcar con una fotogalería a cielo abierto

La Unidad 4 Santiago Vázquez (ex Comcar) es la cárcel más grande y conflictiva del país. Es una de las 26 cárceles administradas por el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) del Ministerio del Interior (MI). Allí habitan 3.600 personas privadas de libertad distribuidas en 11 módulos.

En el medio de la cárcel, en una zona neurálgica por la que transitan cotidianamente cientos de personas, un terreno abandonado se convirtió en una plaza. Es un espacio de convivencia que será utilizado por las personas privadas de libertad y sus familias. También por las y los funcionarios que diariamente trabajan en la cárcel.

La iniciativa fue del colectivo Nada Crece a la Sombra, que desde hace años trabaja en cárceles con propuestas educativas y de salud. Junto con la Intendencia de Montevideo (IM) llevan adelante un Plan de Urbanización en el Comcar, que incluye múltiples iniciativas, entre las que se encuentra la construcción de esta plaza.

En la construcción de la plaza, que duró cuatro meses, trabajó una cuadrilla de 15 personas privadas de libertad, que estuvieron presentes durante la inauguración y fueron especialmente reconocidas. Hubo una coordinación estrecha con la dirección del Polo Industrial y la dirección de la Unidad 4.

En la plaza se inauguró una fotogalería a cielo abierto en coordinación con el Centro de Fotografía de Montevideo. “La muestra pone cara y voz a las personas privadas de libertad e invita a mirar la cárcel de otra forma. Habilita una mirada distinta, fuera del ambiente delictivo, debilitando así el mito de la violencia permanente”, dice la presentación de la fotogalería. Las fotografías fueron tomadas entre 2018 y 2020 por Nada Crece a la Sombra en cárceles de todo el país. La fotogalería fue construida en la herrería que funciona dentro de la cárcel y montada por la cuadrilla que construyó la plaza.

En la inauguración, que tuvo lugar ayer, participaron diversas autoridades, entre las que se destacan el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, el intendente de Montevideo, Christian di Candia, el intendente electo de Canelones, Yamandú Orsi, el comisionado parlamentario penitenciario, Juan Miguel Petit, el director del INR, Luis Mendoza, y directores de varias divisiones de la IM. La intendenta electa de Montevideo, Carolina Cosse, no participó por razones de agenda y en su lugar concurrió Daniel González, quien ocupará la Prosecretaría de la IM y tendrá a cargo los temas de convivencia.

Jorge Camargo, director de la Unidad 4, tomó la palabra en la actividad y dijo que el trabajo conjunto entre actores tan diversos “nos lleva a concluir que es posible un cambio si trabajamos todos orientados hacia el mismo objetivo”.

Se dirigió a las personas privadas de libertad que trabajaron para que la plaza sea posible: “Espero que sepan, y que se vayan dando cuenta de que una nueva forma de vida es posible. Si bien no podemos olvidarnos de las historias y trayectorias de vida que tiene cada uno de ustedes, también se puede, después de la privación de libertad, cambiar de contexto. Tenemos que empezar por querer, por perder esa lógica de ‘soy esto, soy lo otro’. Son personas, pudieron aprender un oficio, algunos de ustedes ya lo traían”. Agradeció a Álvaro Paciello, director de Espacios Públicos y Edificaciones. “Nos dijo en una reunión: Vamos a hacer esto, está la orden”. “La orden era de Christian di Candia, actual intendente de Montevideo”, concluyó para dejar la palabra a la máxima autoridad municipal, que deja su cargo este jueves.

“A veces las casualidades son caprichosas. En este tiempo me ha tocado inaugurar decenas de espacios públicos. Y esta es la última obra que me toca inaugurar en mi gestión. Es una obra que está cargada de un simbolismo humano y personal inmenso”, expresó Di Candia. “Hoy se hablaba de las decisiones. Detrás de una orden, hay una decisión política que tiene que ver con la convicción sobre el mundo y la sociedad que uno quiere e intenta construir”.

Además de la plaza, se montó el alumbrado público en los alrededores de la cárcel. El Comcar fue construido hace 35 años. “Y hace 35 años que no había alumbrado público en este lugar. A la UTAP le llevó dos días poner el alumbrado”, comentó Di Candia.

También se instalaron 30 contenedores de basura dentro de las cárceles y se coordinó la recolección de residuos. Hasta ahora el INR contrataba a una empresa privada de volquetas para que se encargara de esta tarea. “En poco tiempo, la División Limpieza logró hacer posible que los contenedores entren aquí y que haya un plan de gestión de residuos y un manejo coherente para lo que es un barrio. Porque este no es más que un barrio de Montevideo, hay más de 3.500 personas que viven cotidianamente acá, más miles que vienen semanalmente, considerando el personal de trabajo y las familias de quienes están en esta cárcel”.

Según Di Candia, “la ciudad son las personas, y acá también lo que importa son las personas, cómo viven y cómo aportamos para dignificar este proceso de vida en la cárcel y el proceso que tienen por delante, tanto para quienes están privados de libertad como para quienes visitan y para quienes aquí trabajan”. También habló sobre la responsabilidad de quienes ocupan espacios de toma de decisión: “Quienes ocupamos los lugares tenemos que hacernos cargo y somos responsables tomando decisiones y utilizando las herramientas que tenemos a disposición. Esto a veces no lo vemos. No era tan complejo para la IM trabajar en una plaza dentro del Comcar, no era tan complejo para la IM trabajar en la gestión de residuos. Lo que había que hacer era tomar la decisión, y trabajarlo en conjunto con quienes conocen el territorio y entienden las demandas que hay”.

“Espero que de aquí en más, y estoy seguro de que así va a ser, esto siga. Sé que está el compromiso de más intendencias y sé que está el compromiso de la administración entrante para seguir trabajando en este proceso”, dijo. Desde Nada Crece a la Sombra comentaron que esta línea de trabajo de articulación con la IM continua, y se suma como novedad la articulación con la Intendencia de Canelones. En Montevideo hay cinco cárceles y en Canelones hay una. En la zona metropolitana está la mitad de la población privada de libertad de todo el país.

Larrañaga felicitó la iniciativa. “Nos parece muy importante porque queremos seguir impulsando esta línea de trabajo, de esfuerzo, de rehabilitación”. Agradeció a la sociedad civil por llevar adelante esta iniciativa. Agradeció también “el esfuerzo del intendente de Montevideo por sus aportes” y la presencia de Orsi.

El ministro dijo que “esta es la forma en la que tenemos que trabajar, con humanismo, con sentido práctico”. “Todos tenemos una misión para cumplir y todos tenemos que hacer un esfuerzo para salir adelante. Estas son cosas que humanizan y en esa línea es que debemos juntarnos todos: sociedad civil, gobiernos departamentales, las direcciones de las cárceles, el MI, y también las personas privadas de libertad. Tenemos que tener entre nosotros una relación de esfuerzo, de compartir tareas y trabajo. Este tipo de cosas, estos esfuerzos comunitarios nos hacen bien a todos. Así que felicitaciones y muchas gracias”.

Juan Miguel Petit, comisionado parlamentario penitenciario, afirmó que estas iniciativas “no son un camino”, sino “el único camino”. “Se logró construir una plaza en el medio de la cárcel más grande del país. Esto demuestra que la cárcel puede ser un barrio más, llena de oportunidades, llena de vida y alejando la violencia”.