Declaraciones ante el fiscal Rodrigo Morosoli del ex comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, y de los integrantes de los tribunales militares en los que el represor José Gavazzo confesó su participación en la desaparición del tupamaro Roberto Gomensoro, revelan contradicciones en la versión que dio el actual senador y líder de Cabildo Abierto (CA) sobre su actuación tras conocer los dichos de Gavazzo. Según una nota que publicó este miércoles El Observador, en los documentos investigados no consta prueba de que Manini haya alertado a sus superiores -el entonces ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez, y el presidente, Tabaré Vázquez- acerca de estas confesiones.

Las declaraciones de Manini ante el fiscal -que solicitó su desafuero para imputarlo por este caso, en 2019- se contradicen en varias ocasiones con las de los integrantes del Tribunal de Honor, Gustavo Fajardo, Alfredo Erramún y José González, y los del Tribunal de Alzada, Claudio Romano, Alejandro Salaberry y Carlos Sequeira, ante los que declaró Gavazzo. Mientras que Manini aseguró que los generales le informaron de los dichos de forma verbal, los integrantes del Tribunal de Honor aseguraron haberle llevado la declaración entera, el 15 de junio de 2018. Por otra parte, los generales Fajardo, Erramún y González dijeron a Morosoli que insistieron a Manini en la importancia de llevar el caso a la Justicia porque contenía información “inédita”.

Manini afirmó que, al menos en tres instancias, pero siempre en privado y sin testigos, comunicó a Menéndez sobre las declaraciones de Gavazzo, y aseguró que este le pidió que siguieran las actuaciones, con el visto bueno del entonces secretario de la Presidencia, Miguel Ángel Toma. Este punto llamó la atención de Morosoli, que cuestionó la falta de testigos para avalar estas declaraciones. El militar respondió que sus charlas con Menéndez siempre fueron “mano a mano”.

Erramún, por su parte, aseguró que Manini fue informado al día siguiente de las declaraciones de Gavazzo y fue alertado sobre la necesidad de detener las actuaciones ante la presunción de un delito, tal como lo establece el reglamento de los tribunales de honor. Manini, en tanto, aseguró que ese mismo día transmitió a Menéndez esta información, durante un acto en la Escuela Naval. “Mire que ayer o anteayer Gavazzo mencionó un muerto, pero no hay más detalles. Entiendo que lo mejor es citarlo de vuelta y que dé los detalles”, le dijo, según sostuvo.

En este punto también se contradice su versión con la de los generales, quienes dijeron a Morosoli que el entonces comandante en jefe solicitó, una semana después, continuar con las actuaciones en el entendido de que las confesiones de Gavazzo eran “una chicana” para dilatar el fallo. El 13 de junio Gavazzo volvió a declarar y confirmó que se trataba de Gomensoro, por lo que los militares volvieron a pedir una audiencia con Manini, y, según afirmaron, le llevaron las declaraciones impresas. Manini aseguró haber informado a Menéndez ese mismo día en una reunión en el Ministerio de Defensa Nacional, y señaló que fue el jerarca quien manifestó dudas sobre llevar el caso a la Justicia. Días después, según la versión del militar, Menéndez le dijo que había hablado con Toma y le encomendó seguir con las actuaciones.

Según consigna el matutino, Morosoli consideró llamativo que en todos los casos se tratara de ocasiones públicas que permitían fijar fechas sin nombrar testigos para avalar sus declaraciones, haciendo referencia además a “una persona que falleció” -Menéndez falleció el 11 de abril de 2019-.

El 30 de octubre se reunió por primera vez el Tribunal de Alzada, que mantuvo un encuentro con Manini. Romano, que presidió el tribunal, comentó a Morosoli que Manini les encomendó que no se detuvieran en las declaraciones de Gavazzo -y de Jorge Pajarito Silveira- porque él ya estaba “actuando al respecto” y no especificó cuáles eran esos dichos. Finalmente, el Tribunal de Alzada ratificó el dictamen emitido por el Tribunal de Honor -que no sancionó a los represores por el homicidio de Gomensoro, sino por no haber dicho que el coronel Juan Carlos Gómez era inocente- y Manini no incluyó las revelaciones en el escrito que elevó a Menéndez, que homologó los fallos junto con Vázquez.