Un policía que trabajaba en la Unidad 20 Salto del Instituto Nacional de Rehabilitación asesinó a una mujer que estuvo privada de libertad en esa cárcel, con la que tenía una relación sexoafectiva. El policía le disparó con un arma de fuego y luego la descuartizó con un hacha. El hecho ocurrió en diciembre de 2020. La mujer había salido en libertad dos meses antes de ser asesinada.

Paulo Aguirre, juez penal de Salto, afirmó que existía una relación entre ellos y, según dijo, la mujer tenía “intenciones de develar esa relación”, por eso el policía decidió matarla.

El policía fue condenado a 25 años de prisión por un delito de homicidio muy especialmente agravado por femicidio, según informó la Fiscalía General de la Nación.

En la condena también se establece que el hombre debe pagar una reparación patrimonial a los hijos de la mujer. La suma equivale a 12 salarios del policía o, en su defecto, a 12 salarios mínimos.

El equipo de Fiscalía estuvo a cargo del fiscal departamental Augusto Martinicorena. Sara Tefernaberry y Eleazar Leal fueron sus fiscales adscritos. En el caso también trabajó una psicóloga de la Unidad de Víctimas de Fiscalía.