El ministro del Interior, Jorge Larrañaga, tildó de irresponsables los cuestionamientos del exdirector del Observatorio de Violencia y Criminalidad de esa cartera, Rafael Paternain, quien cuestionó el manejo de las cifras de delitos que había hecho la cartera el domingo.

Paternain había acusado al ministerio de “manipular” los datos de homicidios para mostrar una mayor caída en los casos respecto de 2020. Según dijo, mientras el informe publicado el domingo por la cartera reportaba 38 homicidios cometidos en enero de 2020, un informe del observatorio publicado a mediados del año pasado con los datos del 1º de enero de 2019 al 30 de junio de 2020 daba cuenta de 35 homicidios en ese mes. “El grado de inconsistencia y manipulación de datos es grave”, escribió el exsenador suplente en su cuenta de Twitter.

En una conferencia de prensa el lunes, Larrañaga no se refirió a la acusación concreta de Paternain y dijo que no entraría en un “contradictorio público”. No obstante, sostuvo que es una “irresponsabilidad” discutir los números del observatorio, dado que “la metodología no se ha cambiado y el director es el mismo”.

“También implica una suerte de desconfianza hacia la Policía, que es la que suministra los datos de los cuales se nutre el propio observatorio”, dijo Larrañaga.

El domingo, el director de Seguridad y Convivencia de la cartera, Santiago González, justificó los cambios, que también se daban en rapiñas y hurtos. Según dijo, es posible que existan variaciones en la tipificación de los casos. “Por ejemplo, una muerte dudosa a los tres meses se puede tipificar como homicidio, o un homicidio termina siendo otro tipo de muerte y se lo pone en otra categoría”, ejemplificó, y aseguró que estos datos son aportados por “gente profesional, independiente, que no es puesta por este ministerio, sino que ya estaba trabajando de antemano”.

En la conferencia de prensa del lunes, Larrañaga volvió a asegurar que la pandemia no alteró el comportamiento de la criminalidad en el país. Según dijo, la reducción de la movilidad se produjo entre el 13 de marzo y el 14 de abril. “La delincuencia usó tapabocas para mejorar los perfiles de la delincuencia, pero no hizo cuarentena”, dijo el ministro, que se jactó de que ahora hay cerca de 1.400 presos más, detenidos “porque hubo un trabajo policial, del Poder Judicial y de la Fiscalía”.