Sandra Young tiene 52 años y es policía desde hace 19. Cumple funciones en la comisaría 24 del Cerro. El 15 de marzo en la noche, tras terminar su turno, retornó a su casa, en el barrio Maracaná. Se bajó de un patrullero a metros de la puerta. Estaba uniformada y fue atacada en el marco de una rapiña para robarle el arma de reglamento.

Recibió tres disparos en la cabeza. Fue trasladada por un móvil policial al centro de salud del Cerro y luego derivada al Hospital Policial, donde fue intervenida quirúrgicamente y estuvo tres semanas internada.

El presunto atacante fue imputado por homicidio muy especialmente agravado en grado de tentativa. Tiene 16 años y vive en el mismo barrio que ella. En su detención, se incautó el arma de la policía y el arma con la que le disparó. Se dispuso su reclusión en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente.

Tras ser dada de alta, la mujer policía habló con la prensa. “Mucha emoción, no esperaba tanto apoyo de tanta gente que no me conoce. Quiero agradecer a todos los compañeros, a mis superiores, y a todos”, dijo. Contó que enviudó hace poco, en enero, y que es una oportunidad para “ver todo de vuelta”.

Telenoche le consultó “cuál es el mensaje para la familia policial y para los policías que día a día salen a la calle y vuelven a sus casas, como te pasó a vos”. Young respondió: “No, eso no lo voy a responder, no quiero”. Y agregó: “Pienso que todos, mal o bien, recibimos un apoyo”.