Según el informe anual de homicidios de 2020 realizado por el Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior, en 2020 mataron a 37 mujeres. En el informe no se presenta un análisis de cuáles de esos homicidios fueron por razones de género, sino que sólo se establece el vínculo entre la víctima y el victimario. Se plantea que 11 mujeres fueron asesinadas por su pareja o expareja, cinco por un familiar, siete por un amigo o persona conocida. En ocho de los homicidios no había una relación previa y seis de los 37 casos (16%) no fueron aclarados, por lo que se desconoce el vínculo entre víctima y victimario. Según el relevamiento llevado adelante por la diaria, hay datos que difieren de las cifras oficiales presentadas.
En 2020 hubo 19 femicidios, además de un caso en el que si bien la mujer falleció por lesiones internas en el cráneo producto de golpes que recibió y su expareja fue formalizada por violencia doméstica, no se pudo establecer que su muerte fue a raíz de los golpes. Además, se investigan al menos tres casos más que podrían configurar femicidios.
Hubo 12 femicidios íntimos (63%), tres femicidios por narcotráfico (16%), dos femicidios familiares (11%), un femicidio por conexión (5%) y un femicidio por ocupación estigmatizada (5%). De los 19 femicidios, siete fueron en Montevideo (37%) y 12 fueron en el resto del país (63%). 13 de los 19 femicidios fueron en viviendas (68%) y seis en la vía pública (32%).
El promedio de edad de las mujeres asesinadas en femicidios en 2020, sin considerar a una niña que fue asesinada en un femicidio por conexión, es de 41 años. El promedio de edad de los femicidas es de 43 años. De los femicidas, 12 fueron formalizados (63%) y siete se suicidaron (37%). En diez casos (53%) el femicida fue la pareja de la mujer y en dos, la expareja (11%). En los dos femicidios familiares el femicida fue el hijo de la mujer (11% del total). En el femicidio por conexión el responsable fue el padre.
El método más usado para dar muerte fueron las armas de fuego (seis casos, 32%), seguido por los golpes (cinco casos, 26%) y las armas blancas (tres casos, 16%). En un caso el femicida recurrió al estrangulamiento, en otro al ahogamiento y en otro a la caída desde la altura (5% cada uno). En dos casos no se estableció la forma de dar muerte.
En 2018 se cometieron 35 femicidios y en 2019 fueron 25 casos, diez menos que el año anterior. La tendencia a la baja se mantuvo en 2020, con seis femicidios menos que el año anterior.
Caso a caso
#1 Raquel Nogueira
Raquel Nogueira, de 55 años, fue asesinada por su pareja, Washington Rey, de 49 años, el 20 de enero. Inicialmente, el agresor intentó hacer pasar el delito por un suicidio: dijo que la mujer “se había tirado” al río Negro, en Soriano. Sin embargo, en diciembre de 2020 la Fiscalía de Mercedes logró demostrar que la golpeó y la arrojó al río, donde ella se ahogó. Rey fue formalizado por homicidio muy especialmente agravado por femicidio. Al momento de ser formalizado estaba preso por otro delito de violencia y tenía varios antecedentes por violencia doméstica y violencia privada. El hombre explotaba sexualmente a Raquel y la había obligado a vender un terreno suyo.
#2 Gabriela Pintos
Gabriela Pintos tenía 29 años y vivía en la localidad de Nico Pérez, en Florida. Fue asesinada el 23 de febrero en su casa, a raíz de un golpe en la cabeza. Su pareja desde hacía cuatro años, Yordi Soria, de 25 años, se suicidó. Fue encontrado en un plantío, en la ruta 7, a la altura del kilómetro 202. Al enterarse del suicidio, el padre de Gabriela fue a su casa a avisarle. Allí encontró a su hija asesinada. Gabriela tenía dos hijas, una de seis años y otra de tres. La más pequeña era hija del femicida y estaba en la casa donde sucedió el crimen.
#3 Ariana Méndez
Ariana Méndez tenía 20 años. Fue asesinada por su pareja el 4 de marzo en una casa que compartían junto con otras personas en el barrio Aguada. Su pareja, un hombre que estaba requerido por una denuncia de violencia doméstica hecha por otra mujer, la mató a golpes. Fue formalizado por homicidio especialmente agravado y fue enviado a prisión preventiva a la espera del juicio oral que lo condene definitivamente.
#4 Gloria Castellanos
Gloria Castellanos, de 65 años, fue asesinada y su cuerpo fue encontrado el 8 de marzo a orillas del arroyo José Ignacio, en Maldonado. Estaba desaparecida desde hacía tres días. Su auto fue visto, al otro día de su desaparición, en la zona del Club del Lago de Laguna del Sauce. La pareja de Gloria, un hombre de 56 años, estaba dentro del auto ahorcado con el cinturón de seguridad. Tenían una relación afectiva desde hacía aproximadamente un año y medio.
#5 Nombre no publicado
Una mujer de 24 años cuyo nombre no fue publicado fue asesinada por un militar retirado de 59 años. La agresión fue el 5 de marzo en la rambla de la Ciudad Vieja. La mujer era trabajadora sexual y habían acordado un intercambio en el lugar. Un policía que patrullaba la zona vio cuando el hombre golpeaba a la mujer en la cara y en la cabeza con una piedra. La mujer fue internada en el hospital Maciel, donde murió el 13 de marzo como consecuencia de las lesiones. Al momento de ser detenido, el militar tenía puesta una tobillera electrónica por denuncias de violencia doméstica radicadas por su expareja. Fue formalizado por el femicidio. El Ministerio del Interior categoriza este tipo de casos como “femicidios por ocupaciones estigmatizadas”, que se configuran cuando el asesinato de una mujer se produce en el marco de una ocupación estigmatizada, como es el caso del trabajo sexual.
#6 Zulema Silva
Zulema Silva tenía 74 años cuando fue asesinada por su pareja, de 75 años. La Policía ingresó a la fuerza a la casa de la pareja en el barrio Jacinto Vera, porque la mujer no respondía las llamadas de su hermana. Encontraron a Zulema muerta con heridas de arma blanca. En otra habitación estaba el hombre, que se había suicidado. Si bien no había denuncias previas por violencia doméstica, la hermana de la mujer declaró que la pareja solía tener discusiones y que, en algunas oportunidades, él había llegado a agredirla.
#7 Nombre no publicado
Una niña de seis años y un niño de diez años fueron asesinados el 31 de mayo por su padre, Shubert Vaz, de 36 años, en Cebollatí, Rocha. El hombre ejercía violencia doméstica y de género contra la madre de los niños y había sido denunciado dos veces por ella. La pareja convivía en Vergara, Treinta y Tres, y a raíz de estas situaciones hacía pocos días que se habían mudado a Rocha, a la casa de los padres de la mujer. El día del cumpleaños de la mujer, el hombre fue a Rocha de visita y salió con los niños en su auto. Los mató a ambos y antes de matarse llamó a la madre de los niños para avisarle lo que había hecho. También publicó en Facebook una foto con ella y un mensaje: “Mi amor siempre serás tú”.
En el caso de la niña, se configura un femicidio por conexión, que refiere a aquellos casos en los que se mata a una mujer para provocar un daño a otra mujer. Según el Ministerio del Interior y los estándares internacionales, en el caso del niño, al ser varón, no se configura un femicidio por conexión, sino un homicidio doméstico, y por ende sólo se cuenta una de estas muertes como femicidio.
#8 Nombre no publicado
Una mujer de 35 años cuyo nombre no fue publicado fue arrojada del séptimo piso de la torre 13 del complejo Euskal Erria, en el barrio Malvín Norte. El hecho ocurrió el 1º de junio. Su pareja, de la misma edad, la tiró y se tiró también.
#9 Rosa Pereira
Rosa Pereira tenía 56 años. Fue asesinada el 8 de junio por su pareja, Roberto Santiago, también de 56 años, en una chacra de la zona de Piedra Furada, en la capital departamental de Rivera. El hombre le disparó. Luego de atacarla, se intentó matar. Ingresó a un CTI en grave estado, donde falleció por las lesiones autoinflingidas.
#10 Alison Fernández
Alison Fernández tenía 18 años y fue vista por última vez el 5 de junio en Santa Lucía, Canelones. Fue asesinada y su cuerpo fue encontrado el 22 de junio. Estaba semienterrado detrás de una cancha de fútbol, a unos metros del río.
Alison tenía uso problemático de drogas y había robado algunas veces la boca de pasta base, y la mataron como represalia. La subieron a un auto por la fuerza y la trasladaron a otro lugar para hacerlo. El cuerpo de Alison tenía diversas lesiones en la cara, le habían cortado el mentón y cercenado un pezón. Por el caso fue imputado Nelson Tejería, de 33 años, que ya estaba preso por un delito de homicidio en grado de tentativa asociado a este caso: un testigo que vio cómo secuestraban a Alison. Estando preso, Tejería amenazaba a sus deudores con que los iba a matar, “como hizo con Alison”. Se estableció que fue un femicidio en el marco del narcotráfico, según confirmó a la diaria el Ministerio del Interior. Tejería fue formalizado por homicidio muy especialmente agravado.
#11 Nombre no publicado
Una mujer de 79 años fue asesinada de un disparo por su hijo, de 45 años, en su casa en la ciudad de Tacuarembó el 29 de junio. El padre, de 86 años, logró salvarse porque salió por el fondo de la casa y pidió ayuda. La fiscal a cargo del caso, Claudia Lete, de la Fiscalía de Tacuarembó, aseguró que no era la primera vez que había situaciones de violencia en el hogar. El agresor fue imputado por un delito de homicidio especialmente agravado y muy especialmente agravado por femicidio en reiteración real con un delito de tráfico interno de armas de fuego.
#12 Sofía
Sofía, de 14 años, fue asesinada en el barrio Lavalleja, en Rivera, por Robert Alexis Pérez Laguna, de 33 años, con quien había mantenido un vínculo sexoafectivo abusivo. En el ataque también fue herido el hermano de Sofía, de 13 años. Pérez los atacó a ambos con un arma blanca. Huyó y se entregó horas más tarde.
Fue imputado por homicidio muy especialmente agravado por femicidio. Se impusieron otros agravantes: premeditación, ya que planificó atacarla cuando sus padres estaban trabajando; y cometer el crimen en presencia de un menor de edad. También fue formalizado por abuso sexual, por la diferencia de edad entre ambos y el hecho de que ella era menor de edad. Según Fiscalía, “cuando ella lo dejó, él no lo aceptó”. Y la mató. La fiscal del caso, Luján Gómez, explicó que el móvil sería consecuencia de “la terminación de una situación sentimental”. “No entendió el fin del vínculo. También había una cuestión de celos”, expresó. Además, también fue formalizado por abuso sexual: “En atención a la edad que tenía Sofía ‒14 años‒ y a los 33 años de la persona formalizada, hay una diferencia de más de diez años, y por eso aplica abuso sexual”, explicó la fiscal. Se le imputaron reiterados delitos de abuso sexual especialmente agravados por ser la víctima menor de edad. Policía Científica hizo también una pericia caligráfica porque se encontraron cartas de ambos, como forma de comprobar el vínculo existente.
#13 Mariana Aguirre
Mariana Aguirre, de 34 años, fue asesinada en la localidad de 25 de Agosto, en Florida, por su pareja, Marcelo de los Santos, de 41 años. Tras una discusión, ella llevó a sus hijos a la casa de una vecina. El hombre la interceptó en el lugar y la agredió. Luego la apuñaló. Fue trasladada a un centro de salud, donde falleció.
El hombre fue imputado por homicidio especialmente agravado por ser su concubina y muy especialmente agravado por femicidio. Además, se le imputaron otros delitos. Tenía denuncias previas por violencia doméstica y en 2019 se le impuso una orden de restricción de acercamiento. La pareja tenía un hijo en común, de nueve años. Mariana, además, tenía otro hijo de 15 años. Ambos estaban presentes cuando ocurrió el crimen.
#14 Nombre no publicado
Una mujer de 54 años cuyo nombre no fue publicado fue asesinada por su expareja, de 61 años, el 24 de agosto. El hecho ocurrió a unas cuadras al norte del shopping Costa Urbana, en Ciudad de la Costa. La pareja se había separado y desde hacía cinco meses la mujer vivía en la casa de una amiga. Cuando iba rumbo a su trabajo, el hombre la interceptó en la calle y le disparó. Después se mató. No había denuncias de violencia doméstica previas.
#15 Betania Gómez
Betania Gómez, de 32 años, fue asesinada por su expareja en San Carlos, Maldonado. El femicida, Wilson Lauz, la violó varias veces. Ante el miedo de ser denunciado, la estranguló. La desaparición de Betania había sido denunciada hacía tres días por otra expareja, que la vio subirse a un auto con Lauz. Este hombre fue a ver a Lauz para preguntarle si sabía dónde estaba ella. El hombre confesó los hechos y dónde estaba el cuerpo. Fue formalizado por homicidio especialmente agravado por el vínculo, y muy especialmente agravado por femicidio.
#16 Cristina Curbelo
Cristina Curbelo tenía 33 años y había salido de la cárcel de Salto dos meses antes de ser asesinada. En la cárcel había conocido y establecido una relación con Sebastián Benítez, un policía de 32 años que trabajaba en esa unidad bajo la dependencia del Instituto Nacional de Rehabilitación. Él le disparó y la mató. Luego, la descuartizó. El hecho ocurrió en la casa del policía el 11 de diciembre. Fue el padre del policía quien avisó que su hijo estaba descuartizando a Cristina.
Benítez confesó que mató a la mujer porque “ella iba a revelar el vínculo” que tenían. Fue condenado a 25 años de prisión por homicidio muy especialmente agravado por femicidio. En la condena también se establece que el hombre debe pagar una reparación patrimonial a los hijos de Cristina. La suma equivale a 12 salarios del policía o, en su defecto, a 12 salarios mínimos.
#17 Beatriz Camaño
Beatriz Camaño, de 57 años, fue asesinada el 28 de diciembre en la localidad de Villa del Carmen, en Durazno. Su hijo, Diego Montenegro, de 38 años, que convivía con ella, la mató. Fue tras una discusión por artículos del hogar que el hombre había vendido sin su consentimiento. La golpeó en la cabeza y falleció a raíz de las fracturas de cráneo. Su hermana fue la última persona que la vio, dos días antes de su muerte. El 3 de enero su hermana volvió a buscarla a su casa. Sintió un fuerte olor y recorrió el terreno, donde encontró el cuerpo.
En la escena se encontró el celular de la mujer, que fue periciado. Antes de morir, llegó a sacarle una foto a su hijo y le mandó un audio a una amiga en el que decía que la había lastimado. El hijo de la mujer fue imputado por un delito de homicidio especialmente agravado por el vínculo familiar, y muy especialmente agravado por femicidio. Según explicó Bárbara Zapater, fiscal a cargo del caso de la Fiscalía de Durazno, “había un vínculo de violencia doméstica entre ambos”. La violencia venía de larga data, pero ella nunca quiso denunciarlo. Se habían mudado de Montevideo a Durazno porque el tenía uso problemático de drogas y la mujer creía que era una alternativa para tener una mejor calidad de vida. Fue condenado a 22 años de cárcel.
#18 Karina Díaz
Karina Díaz tenía 24 años. Su cuerpo fue encontrado enterrado en una vivienda del barrio 19 de Abril. Si bien fue encontrada en febrero de 2021, se presume que hacía entre seis meses y un año que había sido asesinada. Estaba enterrada en una zona húmeda que permitió que el cuerpo se conservara en estado de saponificación y se enlenteciera la descomposición. Fue identificada por sus huellas dactilares. No había sido denunciada como ausente. El Ministerio del Interior informó a la diaria que si bien fue una muerte asociada al microtráfico, se categoriza como un “femicidio en el marco del narcotráfico” por las características del hecho y el contexto de vulnerabilidad de la víctima, lo que podría configurar un femicidio “pasivo”. También se analiza si hubo un contexto sexual en este caso.
#19 Stefhany Rodríguez
Stefhany Rodríguez, de 32 años, fue asesinada en el mismo contexto que Karina Díaz: su cuerpo fue hallado en la misma vivienda. Su familia dejó de verla en mayo y su tía denunció su desaparición el 22 de julio de 2020. Stefhany estaba enterrada dentro de una tarrina, por lo que sólo quedaban restos óseos cuando la encontraron. Tras analizar estos restos, y en particular las piezas dentales, Policía Científica confirmó que era la mujer buscada por Personas Ausentes. Al igual que en el caso de Karina, el Ministerio del Interior explicó que se encuadra como un femicidio.
Se detuvo a una pareja, que vivía donde se encontraron los cuerpos. Se trata de un hombre de 34 años y una mujer de 25. La Fiscalía imputó al hombre como autor de dos delitos de homicidio en régimen de reiteración real y a la mujer como coautora de un delito de homicidio. Se dispuso para ambos la prisión preventiva como medida cautelar, mientras continúa la investigación.
Por fuera del conteo oficial
Stefani Tarrab, de 37 años, falleció producto de varias lesiones en su cráneo, que podrían haber sido causadas por su expareja, un hombre de 50 años. La mujer se desmayó cuando terminaba de hacer su mudanza a Las Piedras y fue trasladada al hospital, donde falleció unas horas después. Si bien en un primer momento se pensó que la muerte se podía deber al golpe de la caída, los primeros estudios realizados en el centro asistencial revelaron que tenía lesiones en el cráneo que no correspondían “a una simple caída”, según se lee en el pedido de formalización de la Fiscalía, por lo que la hermana realizó la denuncia penal. Más tarde, el médico forense dijo que las lesiones podían ser compatibles con golpes de puño o patadas. En el pedido de formalización, la Fiscalía explica que los familiares y conocidos interrogados por el caso aseguraron que si bien la mujer nunca hizo una denuncia por violencia de género, ya que estaba bajo amenaza, el imputado “muchas veces se tornaba violento” con ella y la había golpeado en más de una ocasión. Su expareja fue imputada por reiterados delitos de violencia doméstica y se dispuso su prisión preventiva mientras continúa la investigación.
En este caso, como el hombre no fue formalizado por el homicidio sino por violencia doméstica, el Ministerio del Interior no lo incluye en el conteo oficial de femicidios. La cartera informó a la diaria que la muerte se plantea como “dudosa” porque si bien Stefani presentaba lesiones internas, no se comprobó que su expareja haya sido quien le propinó los golpes por los que luego falleció, pero sí se comprobó que era víctima de violencia doméstica y que él era su agresor.
En investigación
#1 Alicia Báez
Alicia Báez, de 55 años, cayó desde su apartamento ubicado en un décimo piso de un edificio ubicado en la intersección de 18 de Julio y 19 de Abril, en la ciudad de Paysandú. Allí vivía junto a su pareja, Francisco Cabillón, un reconocido empresario sanducero del rubro agroindustrial de 60 años.
En la madrugada del 9 de enero, Alicia cayó semidesnuda en la calle del centro de la capital departamental. Un testigo dijo que la había tirado su pareja. Otro testigo, que trabaja en un comercio frente a la vivienda, dijo que escuchó los gritos de la mujer que decía que el hombre la iba a matar. Al menos seis testigos más sostuvieron esta versión. Todos coinciden en que el hombre estaba sujetándola por las axilas y la dejó caer. El cuerpo de la mujer tenía luces navideñas atadas, elementos también presentes en la cama y en otras partes del apartamento.
Cabillón fue detenido y su responsabilidad en el hecho aún se investiga. Declaró que estaba dormido cuando la Policía golpeó la puerta para avisarle lo que había sucedido. Unas horas después quedó en libertad porque no se encontraron pruebas suficientes que confirmaran su “clara participación” en los hechos, según dijo la fiscal María Andrea Fuidio, adjunta de la Fiscalía Letrada Departamental de Paysandú de 1er turno a cargo de Carolina Martínez. La fiscal aseguró que se seguirá investigando para esclarecer las circunstancias de la muerte. Mientras tanto, al hombre se le impusieron medidas limitativas de la libertad: deberá fijar domicilio y tiene prohibido salir del país.
La Policía hizo dos reconstrucciones de los hechos: una basada en la versión de los testigos y otra en lo que declaró Cabillón. Alicia era psicóloga, pero no ejercía su profesión. Este es el único posible femicidio íntimo que aún no ha sido resuelto.
#2 Mayra Acosta
Mayra Acosta tenía 36 años. Dejaron de verla en diciembre de 2019 y su familia denunció su desaparición en enero de 2020. Algunos de sus restos óseos aparecieron en julio próximos a un contenedor en el barrio Unión, en Montevideo. El resto de sus huesos aparecieron en una fosa séptica del barrio. Podría configurar un femicidio por narcotráfico.
#3 Nombre no publicado
Una mujer cuyo nombre no fue publicado fue encontrada calcinada en un descampado a metros del arroyo Pantanoso, en Montevideo. En el lugar también se encontró ropa de la víctima y una bolsa de supermercado con pertenencias. El caso está siendo investigado por la Fiscalía. Podría configurar un femicidio por narcotráfico.